Paseo del jueves: descubriendo el peralte de Zandvoort

Observan de cerca los pianos… porque luego, desde el coche, no notas lo 'agresivos' que pueden ser hasta que pasas por encima de ellos… aunque algún piloto últimamente haya desistido en circuitos que conoce bien o dé la vuelta en bicicleta para fijarse sólo en los puntos donde hay cambios.

• Fernando Alonso y la superstición de los 'track walks'

Pero en Zandvort, esta vuelta ha sido más multitudinaria que nunca. Hay que tomar medidas a los peraltes, ver si de verdad es posible dos trayectorias, en el interior, la parte baja, y en el exterior. La mayor parte de pilotos de la parrilla no se han enfrentado nunca a ellos. Sólo los que llevan década y media puede recordar las visitas de la Fórmula 1 a Indianápolis, pero el peralte del anillo estadounidense es 'peccata minuta' con respecto a los 18-19 grados que te encuentras en un par o tres de curvas de Zandvoort.

La foto es ilustrativa. Los pilotos sentados en el peralte, como tomando medidas de su inclinación, de la diferencia de altura entre la parte baja y la más elevada, puede que los cuatro metros que se han dicho sean ciertos… Y la furgoneta en pista nos da na idea de la inclinación de los coches.

Recuerdos quizás de cuando en Monza se usaba en anillo de alta velocidad, de cuando se corría en Avus… o de cuando descubrieron que en Karrussel, la curva más famosa de Nürburgring, se ganaba tiempo poniendo las ruedas en lo que teóricamente era la cuneta de recogida de aguas.

Pero ninguno de los pilotos actuales ha pasado por la experiencia. Para todos es algo nuevo. La última vez que se corrió en Indianápolis fue en 2007… el año del debut de Lewis Hamilton. Sólo Fernando y Kimi, además de Lewis y Vettel, siguen en activo de aquella época. Bueno, Verstappen también sabe un poco de ellos: de cuando rodó el vídeo promocional del Gran Premio el año pasado, antes de que se suspendiera por covid-19.