Mercedes y Ferrari, polémicas iguales y varas de medir diferentes

La unidad de potencia de Ferrari estuvo en el ojo del huracán durante la temporada 2019 y se sometió a varias investigaciones de la FIA. Todo se resolvió con un acuerdo secreto entre ambas partes, ya que la Federación no pudo demostrar la ilegalidad de su propulsor.

Los de Maranello sufrieron una gran exposición mediática y recibieron críticas por parte de sus rivales. Algunos equipos incluso quisieron llegar más lejos para intentar entender el alcance del asunto. Esta temporada, el motor que se investiga es el de Mercedes y Red Bull ha puesto el foco en su intercooler.

La situación de 2019 también agravó la tensión entre Mattia Binotto y Toto Wolff, pues tenían diferentes puntos de vista sobre la utilidad de las directivas técnicas. Este año, recuerda Binotto, la FIA también ha tenido que hacer algunas aclaraciones sobre puntos que no estaban claros en el reglamento, como los alerones flexibles o la presión de los neumáticos.

"Sin llegar al tema del motor Mercedes, preferiría tocar otros temas que son bien conocidos: los alerones flexibles y la gestión de la presión de los neumáticos, que requerían directrices técnicas. Las medidas de la FIA eran necesarias porque había quienes tenían una interpretación diferente a lo escrito en el reglamento. Todo eso no es diferente a lo que pasó en 2019", ha comentado Binotto al portal web estadounidense Motorsport.com.

El jefe de equipo de Ferrari cree que la exposición que ellos sufrieron en 2019 fue desorbitada y no pide que hagan lo mismo con Mercedes. Sin embargo, critica que los de Brackley no han sufrido los mismos ataques por parte de la FIA que ellos recibieron.

"¿Por qué hay diferencias de actitud? Quizá entonces estuvimos demasiado expuestos a los medios de comunicación y sufrimos un ataque de nuestros competidores. Ahora es cosa del pasado. Creo que llegar al tono que se utilizó en 2019 sigue siendo incorrecto, pero creo que es importante subrayar que no es diferente a lo que está sucediendo ahora y a lo que siempre ha sucedido en F1", ha añadido.

Red Bull detectó un comportamiento sospechoso del motor Mercedes en su telemetría y por eso preguntaron a la FIA por su intercooler. Binotto reconoce que ellos también analizan los datos de sus rivales y han compartido opiniones con Red Bull, aunque en ningún caso han presentado una queja.

"No lo hicimos aunque, como todos los equipos y los fabricantes, tratamos de entender qué están haciendo nuestros rivales. Analizamos las imágenes y miramos los datos del GPS. Teníamos algunas dudas y las discutimos con Red Bull. Hablé personalmente con Christian Horner, pero nosotros no enviamos ninguna pregunta aclaratoria a la FIA", ha recalcado Mattia para cerrar.