Mercedes sacrificó el segundo sector en Spa: "Lo hicimos bien"

Esa Pole Position fue estratosférica, pero el verdadero valor de la configuración aerodinámica se vio en carrera. Lewis Hamilton pudo aguantar las acometidas de Sebastian Vettel en la salida y en la resalida, después del periodo de coche de seguridad. Como el DRS no está permitido en ambas situaciones, el W08 del británico era un misil en rectas y el SF70-H del tetracampeón alemán no pudo rebasarle en Kemmel.

"Optamos por una configuración que fue la más rápida de carrera. Sacrificamos carga aerodinámica en clasificación, con lo que en el segundo sector íbamos a ir más lentos para ser más rápidos en sector uno y tres. Fue la decisión correcta. Ferrari tuvo más resistencia al aire, más carga aerodinámica y junto a los mapas motor, Hamilton se pudo defender y seguir por delante", ha explicado Wolff al portal web estadounidense Motorsport.com.

El momento del coche de seguridad fue casi como un jarro de agua fría para Hamilton. Lideraba con comodidad y esa aparición del AMG en pista hizo que Vettel se le enganchase de nuevo a la caja de cambios.

La configuración era la buena, si, pero factores como el rebufo o la mejor tracción por usar neumáticos ultrablandos pusieron, de forma lógica, en tensión a Hamilton. A posteriori, el británico vio que fue lógico sacar el coche de seguridad: sufría de blistering.

"Creo que Hamilton no vio los restos en pista realmente. Creo que fue una decisión correcta y segura, porque había trozos de neumático y trozos de fibra en la pista, y no es recomendable tener un accidente a alta velocidad porque un trozo de fibra pinche el neumático", ha continuado el austriaco.

"Pero entiendo su frustración. Quiso mantener la distancia con el de detrás y salió justo el coche de seguridad. A toro pasado fue bueno, porque su goma trasera derecha tenía blistering, así que una vez vio todo lo que ocurrió, se alegró del coche de seguridad", ha expresado Wolff para concluir.