Max Mosley se suicidó a consecuencia de un cáncer terminal, según prensa británica

La labor de Mosley al frente de la FIA entre 1993 y 2009 le convirtió en una de las personas más influyentes de la Fórmula 1. Tras su fallecimiento el pasado mes de mayo, Bernie Ecclestone le definió como una persona que aportó valor al automovilismo y que hizo los coches mucho más seguros.

Las causas de su fallecimiento no trascendieron en el momento. A Mosley le diagnosticaron en 2019 un cáncer de próstata que afectaba a las células inmunitarias, lo que le llevó a suicidarse dos años después, según ha informado el diario británico Daily Mail. 

Mosley se había sometido a diferentes tratamientos, pero el cáncer había entrado en una fase terminal. El expresidente de la FIA tenía muchos dolores y había sido trasladado a cuidados paliativos. Por eso, el 23 de mayo decidió quitarse la vida con un arma en el piso en el que residía, ubicado en Chelsea.

El británico ya había informado de sus intenciones e incluso escribió una nota a su esposa justo antes de suicidarse: "No abras, llama a la policía". La doctora forense Fiona Wilcox, responsable de la investigación, ha concluido la causa de su muerte y entiende que no lo hubiera hecho de no ser por la grave enfermedad que padecía.

"Estoy completamente segura de que el señor Mosley no hubiera emprendido esta acción si no fuera por el angustioso y debilitante linfoma terminal", ha añadido.

El mundo del automovilismo lloró la pérdida de un hombre clave en la FIA. Además de jugar un papel muy importante en la firma del primer Pacto de la Concordia, fue responsable del Hans, el dispositivo de seguridad que protege el cuello de los pilotos. También hizo más estrictos los 'crash test' de los monoplazas. El pasado verano se estrenó un documental sobre la vida de Max.