Los equipos, dudosos de la efectividad de los cambios de 2019

Al menos esa es la información que adelanta la publicación alemana Auto Motor und Sport, y que contrasta significativamente con las expectativas generadas con la nueva regulación, ya que la comisión técnica de FIA, entre la que se encuentra Nicholas Tombazis, señaló en el pasado reciente que se iba a reducir la distancia a la que se podrían seguir los coches, bajando a menos de ocho décimas y que haría más complicado redirigir las turbulencias y canalizar bien los flujos de aire.

"Si un coche de 2018 es afectado significativamente por otro a una distancia de un segundo, en 2019 no debería suceder hasta por lo menos ocho décimas. El nuevo alerón delantero, la prohibición de que pase aire a través del eje frontal y los conductos de freno más simples lo harán complicado para los ingenieros", ha explicado Tombazis. 

"Controlar la turbulencia producida por las ruedas delanteras y dirigirlas fuera será clave. Es posible que los tiempos suban segundo y medio y para no perder demasiada carga", ha agregado.

Por otro lado, algunos equipos de la parrilla ya han manifestado que estos objetivos van a ser posibles de alcanzar, ya que habría que recuperar los niveles de inicio de año y la canalización aerodinámica está lejos de ser lo que se esperaba inicialmente.

Una situación a la que se han sumado Andy Green, director técnico de Force India, por ejemplo, ante la que señala que no habría ningún cambio significativo en relación a lo visto en la vigente temporada: "Conducir tras otro coche no será más sencillo".

Asimismo, el asesor de Red Bull, Helmut Marko, ha adelantado que tras realizar las primeras simulaciones, adelantar resultará igual de complicado que hasta ahora y todo lo que supondrá este cambio normativo será perder dinero. 

"Tras nuestras simulaciones vemos que nada cambia, adelantar sigue siendo igual de difícil... este cambio normativo sólo ha supuesto más dinero", ha finalizado.