Londres da la espalda a la F1 en semana de GP de Gran Bretaña

Es casi hilarante pensar que hubo un tiempo en el que se habló de tener una carrera urbana de F1 en Londres. Y parece mentira que hace cinco años se hiciera la primer gran exhibición de toda F1 conjunta en el corazón de una de las capitales mundiales. Es más surrealista aún cuando quedan 48 horas para que arranque la acción en Silverstone –a dos horas en coche de Londres– y menos de tres para ver los F1 en pista.

A bota pronto, nos podríamos imaginar a la 'híper-deportivizada' sociedad británica como cercanos aficionados a la F1. En el país donde se inventó el fútbol, se está organizando esta semana uno de los torneos más importantes de tenis, les gusta apostar diariamente a carreras de caballos y galgos y hasta miran cricket, sería lógico pensar que habría un hueco para la Fórmula 1. Pero no.

En el directo de Twitch de hoy –el ShowMotor desde Londres– hemos hablado con más de diez personas de diferentes edades, formas de vestir y sexos, pero literalmente ninguno ha mostrado el mínimo interés por hablar de F1. Como si no existiera. Como si no la hubieran inventado ellos, como si no tuvieran en activo al piloto más laureado de todos los tiempos.

"Ni lo sé, ni me importa", hemos llegado a escuchar. Cualquiera de los presentes que estemos leyendo estas líneas sabemos que en nuestras ciudades la F1 nunca fue ni será el deporte mayoriario ni principal, pero es muy chocante que a falta de menos de tres días para que se ruede en Silverstone, cuna de la Fórmula 1, no haya ni un cartel en la ciudad de Londres, ni una publicidad... y ni una gorra o camiseta por la calle. Ni una sola.

Tanto es así, que ninguno de los siete equipos que tienen su base en Reino Unido –todos menos Ferrari, AlphaTauri y Alfa Romeo– han hecho ningún acto en la ciudad de Londres. Salvo Williams, que puso a Nicholas Latifi a firmar autógrafos el lunes en una tienda que está a 45 minutos en coche del centro.

O hemos tenido mucha mala suerte preguntando a gente al azar en la calle, o este es el triste reflejo que para la gran parte de la sociedad inglesa, la Fórmula 1 no existe. Y a efectos de promoción, para la ciudad de Londres, tampoco. De hecho, es algo que abiertamente ya decía hace años Chase Carey, quien fuera CEO de la F1.