Las 'mejoras' de Aston Martin: Alonso y Stroll no pasan a la Q2 en Austin

La estructura de Silverstone sigue en una ‘caída libre’ que parece interminable. Precisamente en Austin querían dar la vuelta a la situación con un gran paquete de actualizaciones –suelo, pontones, difusor y ‘beam-wing’–, pero han vuelto a llevarse un golpe de realidad.

Es cierto que el formato ‘Sprint’ complica la comprensión del nuevo paquete y, además, tanto Lance Stroll como Fernando Alonso –especialmente el canadiense– se han visto afectados por problemas de sobrecalentamiento de frenos en la única sesión de libres.

Pero las excusas ya no valen. Si nos fijamos en Mercedes o Haas, que también llegaban a Austin con piezas nuevas, sus pilotos han podido brillar en la medida de lo posible. Pero Aston Martin, en lugar de avanzar, parece que retrocede.

El rendimiento en la clasificación de hoy ha sido el peor de la temporada. Decía Albert Fàbrega en los prolegómenos del Gran Premio que el simulador ponía al AMR23 como noveno coche… y, desgraciadamente, tenía razón. De hecho, hoy sólo han podido batir a los Williams y se han quedado lejos de equipos que hace unos meses estaban muy lejos de ellos, como puede ser el caso de Alfa Romeo, AlphaTauri o Alpine.

Aston Martin está en una espiral negativa de la que es difícil salir. El equipo comenzó la temporada con el segundo mejor coche –seis podios en los ocho primeros Grandes Premios– y actualmente está peleando por entrar en la Q2. Dramático.

Quizás la penúltima posición de Lance Stroll, viendo la mala racha que lleva, se podía esperar; pero la decimoséptima de Fernando Alonso era casi impensable hace unos días.

El asturiano era el único que había entrado en todas las Q3 de esta temporada, pero en esta ocasión se ha quedado en la Q1 y no parece que hubiese mucho más en ese coche.

En este contexto, la cuarta posición del Campeonato de Constructores ya parece una ‘misión casi imposible’ ante un equipo McLaren que está en línea ascendente. Y menos mal que la temporada no es más larga, porque el ‘bajón’ que han dado desde Canadá es inaudito.