La vuelta mágica de Jules Bianchi
Hubo una época en la que Jules Bianchi no era el gran piloto que vimos en la Fórmula 1, sobre todo en 2014. Siempre tuvo esa velocidad, esa sensibilidad para pilotar en condiciones delicadas, esa valentía para atacar donde otros nunca habrían osado hacerlo. Pero aún así, aún no estaba lo suficientemente pulido como para ser el hombre que quería ser. El piloto perfecto que aspiraba a ser. El que estaba destinado a ser antes de que nos fuera arrebatado de forma prematura.