Imola, el primer GP europeo del año, debe mostrar la tónica de futuro

La primera carrera europea de la F1 se considera siempre muy importante en cualquier temporada. Tradicionalmente es el primer GP en la que la mayor parte de equipos traen sus primeros ‘packs’ de evoluciones significativas y en ocasiones esto representa un punto de inflexión en la temporada. En ambos casos hubo circunstancias que ayudaron, Los problemas de frenos de Max en Australia, aunque Carlos lo había superado bastante antes, El safety car ayudó a Norris en Miami, pero Lando mostró un gran ritmo de carrera y Max se las tuvo que apañar con el fondo de coche dañado.

Existe morbo especial en Imola. Ferrari trae muchas novedades, McLaren, también. Los dos equipos han conseguido doblegar una vez esta temporada a Red Bull y existe sumo en interés en comprobar si la tendencia a mermar diferencias se mantiene. 

Imola es un circuito donde quizás no se podrán extraer muchas conclusiones. Estas quedarán posiblemente para Barcelona. En Imola no hay grandes rectas, pero es un circuito de gran ritmo. El récord de la pole lo tiene Valtteri Bottas desde 2021 cuando superó la barrera de los 240 km/h,

Es un trazado donde la pole o al menos salir de la primera fila tiene notable importancia, porque sólo hay una zona de DRS, la de la recta de meta, y no ‘infinita’ precisamente. Premia la eficiencia aerodinámica. Hay una sucesión de curvas medio- rápidas, pero sólo Piratella es de alta velocidad, por encima de los 200 km/h también curvas lentas. El agarre mecánico será clave en Tosa o la doble de Rivazza, el punto más exigente para los frenos Y donde se requiere agilidad de los coches en las dos Variantes e incluso en Tamburello.

A Imola se llega con muchas cuentas pendientes. Sergio Pérez quiere ya una victoria. Charles Leclerc la necesita y esta por ver si el cambio de ingeniero de pista actuará de revulsivo como el cambio de entrenador en el fútbol. Y Óscar Piastri no quiere desmerecer, sobre todo ahora que dispondrá del pack completo de mejoras en Miami.

Por supuesto, Sainz y Norris querrán seguir en racha. Y Max dejar muy claro que dos situaciones puntuales no son suficientes para quebrar su liderazgo; puede que se ventaja sea la menor de estas temporadas, que el RB20 -como ha admitido Newey- tenga algún problemilla.

Los fans estarán sobre todo pendiente de Ferrari, que se dice que son muchas y en ellas tienen puestas muchas esperanzas. Por ello no dudaron en consumir otro de sus ‘filimg days’ en Fiorano. No quieren perder el viernes por la mañana tomando datos.

McLaren estrenó el grueso de su pack en Miami. Ahora es el turbo de los rojos que, además, corren en casa. Pero también estarán muy pendientes de ls mejoras que traerá Red Bull.

¿Mercedes? Uno tiene la sensación de que ‘ni está ni se la espera’, pero el problema con el W15 es el mismo que tenían con el W13 y W14: no acaban de entender el coche que tiene un comportamiento caprichoso, impredecible, con una ventana de funcionamiento muy estrecha… pero si dan con ella, pueden pensar en buen resultado. También traerá novedades, pero se muestran cautos porque no buscan tanto mejorar prestaciones como que el coche se comporte de forma más estable y predecible.  En el pack de cabeza nos falta Aston Martin. Traerá también importantes novedades, destinadas a reequilibrar el coche. El pasado año primaba el ritmo de carrera sobre la vuelta de clasificación; este año, la cosa parece ir al revés. 

Detrás, las cosas son de otro cantar. Alpine querrá dejar definitivamente el último pelotón. Williams debe mejorar y la renovación de Albon indica que el piloto tiene confianza en el equipo. Visa-RB correr en casa -la sede de Faneza está a menos de 50 km- y necesita mostrar mejoras. Haas quiere mantenerse en su línea. Y en Sauber, perdón Kick, bueno están ya metidos de lleno en 2026 y este año es simple transición.