Hamilton gana en México sin alirón, Ferrari cae por la estrategia

La clave del Gran Premio ha sido la degradación de los neumáticos, muy inferior a lo que pronosticaban los estrategas. Charles Leclerc iba primero después de la salida, pero ha perdido el liderato al comprometerse a las dos paradas. Luego Vettel ha tomado el timón con Hamilton a su estela.

Hamilton ha parado en boxes para tirar el undercut a Vettel. Ferrari ha llamado al alemán, pero éste ha propuesto mantenerse fuera para crear un 'offset' con el que atacar en las últimas vueltas. Pero las gomas de su rival han aguantado y su apuesta no ha dado resultado.

Max Verstappen ha arruinado una victoria más que probable tras un adelantamiento demasiado optimista a Valtteri Bottas, que ha resultado en un pinchazo para el Red Bull. Ha caído al fondo de la clasificación, pero ha remontado hasta la sexta posición. Entre la sanción del sábado y el problema del domingo, oportunidad de oro perdida.

Carlos Sainz ha ido de menos a más. En la pelea ha puesto en jaque a Lewis Hamilton, pero una parada tardía por un fallo en boxes con el coche de su compañero le ha dejado vendido al undercut de varios rivales. Para más inri, el neumático duro ha funcionado mucho peor de lo esperado y lo ha

• Resultados del GP de México F1 2019
• Mundial de Piloto y Constructores

Max Verstappen consiguió la Pole Position del GP de México, pero quien la disfrutó fue Charles Leclerc. El motivo, una sanción de tres posiciones por ignorar una bandera amarilla en su vuelta más rápida de la Q3. El holandés cayó al cuarto puesto de la parrilla, justo detrás de los Ferrari de Leclerc y Sebastian Vettel y del Mercedes de Lewis Hamilton.

Todo ocurrió en los últimos instantes de la clasificación, cuando los coches estaban en el segundo intento de la Q3. Valtteri Bottas se estrelló en la última curva. Los comisarios ondearon la bandera amarilla. Todos los pilotos levantaron el pie. Todos salvo Verstappen, que pintó de morado el sector para refrendar la Pole.

El holandés cometió dos errores de cálculo notables. El primero, desobedecer la bandera cuando su primera vuelta ya le valía la Pole y no había nadie que pudiera arrebatársela. El segundo, reconocer públicamente en rueda de prensa que sabía que tendría que haber levantado, pero que aun así fue a por todas porque se tomó la justicia por su mano.

Los comisarios no habían movido ficha en un principio, pero las palabras de Verstappen causaron tal revuelo que lo convocaron en su despacho dos horas después de que terminara la actividad en pista. Considerado probado que ignoró el código deportivo, le impusieron una sanción ejemplarizante.

La política de tolerancia cero no era baladí, sino un recordatorio de que la seguridad estaba por encima de todo lo demás. Sancionar a Verstappen era inevitable después de su confesión pública, pues lo contrario hubiera socavado la autoridad de un sistema de banderas ya frágil de por sí.

Pero Verstappen no era el protagonista del día. Ése era Lewis Hamilton, que estaba ante la primera oportunidad de sentenciar el título. Tenía 64 puntos sobre su compañero Valtteri Bottas y necesitaba ampliar esa renta a un mínimo de 78 puntos para marcharse de México con el campeonato bajo el brazo. Lewis salía tercero y Valtteri lo hacía sexto.

Seis Mundiales eran una proeza de leyenda. Lewis estaba a un paso de desempatar de Juan Manuel Fangio para ponerse a tiro del gran Michael Schumacher, líder de la clasificación histórica con siete. México era un país que le traía buenos recuerdos, pues era el escenario donde había sentenciado los Mundiales de 2017 y 2018.

El Gran Premio se perfilaba más que igualado. Los Ferrari habían sido los más rápidos en los entrenamientos gracias a su superioridad en las rectas del primer sector, pero las curvas de los dos restantes favorecían a los Red Bull, tal como Max Verstappen había demostrado el sábado. Los Mercedes estuvieron desaparecidos a una vuelta, pero su ritmo de carrera era algo más halagüeño.

McLaren dominaba la zona media con contundencia. Carlos Sainz había superado por tres décimas a su compañero Lando Norris para agenciarse la séptima posición de la parrilla. El único interrogante era su estrategia, en tanto que estaba obligado a empezar con blandos y este compuesto mostró mucha degradación el viernes. Primero del resto y por primera vez sexto del Mundial, aspiraba a contener la sangría de puntos frente al Red Bull de Alexander Albon en una batalla desigual que pocos podrían haber previsto.

Quien no atravesaba un momento tan dulce era el equipo Renault. A la falta de resultados deportivos se le unió una nueva crisis a nivel político. Primero por su descalificación del GP de Japón a denuncia de Racing Point, que advirtió que los RS19 cambiaban su reparto de frenada automáticamente. La FIA determinó que eso era una ayuda a la conducción, ergo un sistema ilegal.

Cyril Abiteboul cargó contra Racing Point. Acusó a los de Otmar Szafnauer de tacticismo, de haber actuado de forma deshonesta, de guardarse la información para el momento preciso en que pudieran perjudicarles más. Ironías del destino, un año antes había sido Renault quien había jugado el papel de la acusación en una denuncia que acabó con la exclusión de Haas en el GP de Italia.

Pero la mayor preocupación de Renault era otra: su propia supervivencia. Clotilde Delbos, directora ejecutiva interina del Grupo, había dicho que someterían a revisión su presencia en la Fórmula 1. Sonaban tambores de recesión y los resultados económicos del tercer trimestre revelaban un descenso en los ingresos. El proyecto deportivo estaba estancado y era difícil que eso cambiara sin una inyección de capital.

A nivel político, los diez equipos se reunieron con representantes de la FIA y Liberty Media en París el día 16 de octubre para discutir los cambios previstos para la temporada 2021. No salió todavía ningún compromiso en firme, más allá de rumores sobre una nueva estructura de gobierno. El encuentro también sirvió para tumbar la propuesta de introducir tres carreras de clasificación en 2020, ya que dos equipos rompieron la unanimidad necesaria.

Los neumáticos disponibles para el fin de semana eran el C2, el C3 y el C4, identificados como el compuesto duro, el medio y el blando respectivamente. Los coches de Mercedes, Ferrari y Red Bull salían con el medio. Sainz estaba con blandos. Por detrás del Top 10, unanimidad del compuesto amarillo salvo por Daniel Ricciardo con duros. Pirelli preveía una carrera a dos paradas. Recomendaba empezar con medios, poner otro juego del mismo compuesto y terminar con duros.

Salida. Charles Leclerc reaccionó a la perfección. Se desplazó a la línea interior para protegerse en la primera frenada. Sebastian Vettel llegó en paralelo por el exterior, pero no presentó batalla. Sí se tocaron en la curva cinco, sin consecuencias.

Lewis Hamilton salió mejor que Vettel, pero el Ferrari lo cerró contra los límites de la pista. Levantó para no irse por la hierba. Sin inercia, Max Verstappen le ganó el interior en la llegada a la primera curva. La hicieron en paralelo, pero se tocaron en el segundo vértice.

Carlos Sainz salió bien. Aprovechó que los grandes habían perdido comba para colarse en su pelea. Se emparejó con Hamilton en la aproximación a la curva 4. Hicieron las siguientes dos curvas en paralelo para culminar el adelantamiento y ponerse cuarto por un instante.

Dirección de Carrera desplegó momentáneamente el coche de seguridad virtual, que duró un par de giros. Con la bandera verde, Sainz dejó pasar a Hamilton para regresar a una quinta posición mucho más natural para su McLaren.

Verstappen se tiró en la curva 13 para tratar de pasar a Bottas. Los dos coches se tocaron y el Red Bull sufrió un pinchazo, que le obligó a pasar por boxes. El holandés regresó a la carrera en última posición, a 60 segundos del líder.

Los Ferrari eran los únicos ajenos al caos. Leclerc lideraba con 1,7 segundos sobre Vettel al llegar a la vuelta 8. Alexander Albon completaba el podio a 2,9, beneficiado por el lance entre Hamilton y Verstappen. El aún pentacampeón era cuarto a 4,0.

Carlos Sainz lideraba la zona media con 1,8 segundos sobre Lando Norris. Iba con la calculadora en la mano, porque sus neumáticos podían decir basta en cualquier momento. Pierre Gasly y Daniil Kvyat, también con blandos, pararon en las vueltas 8 y 9.

Norris entró en boxes en la vuelta 12. Puso neumáticos duros, pero aparcó el coche al final del Pit-Lane con un problema en la tuerca delantera izquierda. Los mecánicos echaron a correr en busca de su piloto. Lo empujaron de vuelta al box y le ajustaron la rueda.

El primero de los líderes en parar fue Alexander Albon, que entró en la vuelta 14 cuando era tercero a 4,5 segundos del líder. La respuesta de Hamilton fue subir el ritmo y pintar de morado el circuito para intentar el overcut.

Leclerc entró en la 15 para protegerse. Como Albon, el monegasco también montó neumáticos medios. Eso lo comprometía a una estrategia de dos paradas, justo cuando Mercedes le decía a Bottas que quizá podrían intentar ir a una.

Sainz paró en la 16… y cayó por detrás de Daniil Kvyat. El madrileño perdió tiempo con Albon después de la parada de éste y también pagó caro el problema de la tuerca de su compañero, que le obligó a mantenerse en pista quizá más de lo previsto.

Charles Leclerc volaba. Ferrari le pedía que apretara porque era "una tanda importante", a la vez que sopesaba con Sebastian Vettel un cambio al "Plan C". El teutón aguantaba en cabeza con Hamilton y Bottas, que parecían determinados a una parada.

Vettel tenía 2,0 sobre Hamilton y 8,8 sobre Bottas al llegar a la vuelta 20. Leclerc se acercaba y ya estaba a 16, por lo que recuperaría la cabeza de carrera tras la parada de los primeros. Pero la estrategia sería decisiva.

Sergio Pérez hizo su pit-stop en la vuelta 21… y también salió por delante de Carlos Sainz, con lo que el español perdió otra posición.

Hamilton entró en boxes en la vuelta 23, cuando estaba a 1,4 segundos de Vettel. Puso el compuesto duro para intentar llegar hasta el final. Salió por detrás de Leclerc, aunque éste iba a dos.

Ferrari llamó a Vettel, pero el alemán planteó una nueva estrategia sobre la marcha. Les preguntó qué pensaban de la posibilidad de "dejarlo ir", de jugársela a la diferencia de degradación de las gomas.

Hamilton pintó de morado el circuito. Le arañó 1,8 segundos a Vettel en un solo giro, lo que lo situaba ya por delante del tetracampeón. La sangría fue menor en los siguientes giros, aunque el inglés ya estaba virtualmente por delante.

Lewis estaba preocupado. Decía que Vettel "saldría con gomas frescas". Dudaba: "Creo que hemos parado demasiado pronto". Su ingeniero –no era Bono, ausente en esta carrera– le decía que tenía ganada la posición, pero él insistía que lo importante era la degradación.

En la vuelta 29, Max Verstappen adelantó a Carlos Sainz en su remontada. El piloto madrileño cayó provisionalmente a la undécima posición, pero Nico Hülkenberg lo pasó en la 30. Daniel Ricciardo ya le había ganado el puesto con un overcut y se las veía con Lance Stroll, que aún no había entrado.

Mercedes espoleó a Bottas para que cerrara la brecha con Vettel, que lideraba con seis segundos de margen al llegar a la vuelta 30. Cortó la brecha a la mitad y entró en la 36 cuando estaba a 2,8.

Valtteri puso duros para llegar hasta el final. Sebastian se protegió y entró en la siguiente vuelta. Regresó por delante del finlandés de Mercedes.

Leclerc lideraba por 7,6 segundos sobre Hamilton, 12,9 sobre Albon, 15,3 sobre Vettel y 18,6 sobre Bottas. Charles y Alexander estaban obligados a volver a entrar. Eso convertía a Lewis en líder virtual con la amenaza de Vettel, con gomas 14 vueltas más frescas.

Sainz hizo un segundo pit-stop en la vuelta 34 tras perder posición en pista con el Toro Rosso de Gasly. Se quitó de encima el compuesto duro, que no había funcionado en su McLaren, y puso medio. Volvió decimocuarto.

Vettel le arañaba unas décimas a Hamilton, pero entre ambos había el Red Bull de Albon. Por detrás llevaba al Mercedes de Bottas, que le había recortado un segundo para ponerse a 2,5.

Charles Leclerc hizo su segundo pit-stop en la vuelta 43. Puso neumáticos duros, pero su parada fue muy lenta –6,2 segundos–. Alexander Albon cumplió el suyo en la 44.

Hamilton tomaba el timón del GP de México una vez hechas ya todas las paradas en boxes. Pero Vettel le pisaba los talones y ya estaba a tan sólo 3,0. Bottas completaba el podio a 4,7. Leclerc y Albon, cuarto y quinto a 14.

La carrera era un acordeón. Todo se compactaba. Vettel se acercaba, pero su progresión se frenó en seco al llegar a la vuelta 50. Hamilton mantenía un colchón de entre 2,0 y 2,5 segundos. Bottas buscaba el DRS de Vettel y Leclerc se acercaba a 6,5 del finlandés.

Bottas se metió en el DRS de Vettel en la 55, pero el Ferrari tenía mucha velocidad punta y conservaba unas siete décimas de margen. Leclerc seguía fiel a su ritmo implacable y ya estaba a 3,0 del Mercedes.

Hamilton ampliaba el margen a 3,0 al llegar a la vuelta 60. Por detrás, la tormenta perfecta. Vettel tenía 0,5 sobre Bottas. Leclerc estaba a 1,5, pero se pasó en la primera curva y cayó a 2,7.

Ferrari lo fiaba todo a un desvanecimiento de los neumáticos duros de Hamilton, que llegarían a meta con 47 giros a sus espaldas. Pero los de Verstappen ya acumulaban 54 a esas alturas y aún eran competitivos.

Los tres líderes hicieron un cambio de ritmo. Lewis todavía conservaba 2,7 sobre Sebastian, pero el alemán abría 1,7 sobre Valtteri, que contenía a Charles a unos tres segundos tras el bloqueo anterior de éste.

Pero las cosas no cambiaban. Las distancias se mantenían estables y el 'cliff' que debía decantar la victoria a favor de Vettel no llegaba. El teutón apretaba los dientes y se ponía a 2,0 segundos a falta de dos giros.

Y no cambiaron. Hamilton cruzó la línea de meta con 1,7 segundos sobre Vettel para alzarse con la victoria en México. Bottas fue tercero, lo que impidió que sentenciara el campeonato.

Pero el inglés se sabía campeón, porque tenía 74 puntos sobre Bottas a falta de tan sólo 78. Tan campeón se sabía que se permitió quemar rueda en el Foro Sol, a pesar de la recomendación de ahorrar motor.

Vettel se declaró "sorprendido" por la durabilidad del neumático duro. Su apuesta, su decisión de no entrar en boxes cuando le llamó su equipo, quizá le privó de la victoria. Ferrari también tenía motivos para reflexionar con Leclerc, que lo había hecho todo bien hasta perderlo todo con una estrategia a dos paradas.

Carlos Sainz cruzó la línea de meta en decimotercera posición. Los problemas de Lando Norris le impidieron protegerse del undercut de sus rivales, pero los neumáticos duros no funcionaron en su McLaren. Todo el ritmo que tuvo el sábado, no lo tuvo el domingo.