Para aumentar la emoción, efectos especiales, y en eso el mejor es Spielberg... pos a ver si le llaman de la FIA
Se rumorea en los mentideros jolibudienses que a la película de Stanley Kubrick "2001: una odisea en el espacio" no le concedieron el Óscar al mejor maquillaje en 1968 porque creían que los monos de la escena inicial eran simios de verdad, cuando en realidad eran mendas disfrazados. Fue uno de los mejores efectos especiales de la historia de la cinematografía, pero esencialmente, un truco artificioso.