Ferrari prepara novedades para Hungría y Bélgica

Dos trazados que deben ser la prueba del algodón definitiva y que deben dar una pista clara de lo que será la segunda parte del campeonato para los rojos toda vez que en Maranello estarán, tras la pausa estival, centrados casi totalmente en el coche de 2024, el SF24.

Lo de Silverstone fue un ‘golpe bajo’ a las expectativas de Maranello, especialmente tras los progresos mostrados en Canadá y Austria. Pero sobre todo preocupa por la ‘divergencia’ entre la rapidez en la Clasificación y el ritmo de carrera penalizado por la creencia de una alta degradación de gomas que a la hora de la verdad no existió, al menos para sus rivales, y que le hizo elegir una estrategia conservadora y a la postre penalizante.

En Maranello creo que en Gran Bretaña aprovecharon menos del 90% del potencial del coche y no quieren que esto vuelva a suceder. Y quieren creer que el ‘porpoising’ que sufrieron en algunas carreras esta temporada es fenómeno solucionado, vistos los datos de las dos últimas citas en Red Bull Ring y Silverstone.

Muchas esperanzas están depositadas en la prueba húngara, que requiere alta carga. Pero por el contrario, el asfalto no castiga demasiado los neumáticos y la degradación puede estar bajo control. En otras palabras, el ritmo de carrera no debe verse afectado. Para Hungaroring se prevé una evolución del ala de alta carga vista en Mónaco y también una nueva ala delantera, de alta carga similar a la de Mónaco pero con algunos detalles nuevos, que recientemente ya han ido apareciendo en los últimos GP.

Pero en Ferrari se están cuestionando los viernes. Es decir, la forma de afrontarlos. Un buen viernes no se refleja en el tiempo obtenido en la tabla sino en las enseñanzas que de él se sacan. Es clave para definir el setup, el equilibrio entre clasificación y carrera. Quizás los problemas del viernes en Silverstone fueron clave para el resultado final de la prueba británica, pero esto es algo que en Ferrari están revisando a fondo.

Para Bélgica se está completando un paquete de ‘baja carga’, posiblemente la última gran mejora de la temporada, que debe sufrir algún retoque para Monza, un circuito todavía menos exigente que el belga en lo que a ‘downforce’ se refiere.