Ericsson y Nasr calman la tensión: "Hay que seguir hacia adelante"

Instantes después de que Ericsson golpeara contra el monoplaza de Nasr en la curva de la Rascasse, el piloto sueco justificó la maniobra bajo la evidencia de que su compañero de equipo se limitó a desobedecer las órdenes que le obligaban a cederle la posición. Por su parte, Nasr argumentó que ralentizar el ritmo de su C35 mientras se encontraba alcanzando a los pilotos inmersos en la lucha por la zona de puntos no hubiera favorecido los intereses globales del equipo, circunstancia que utilizó para defender su rechazo a las indicaciones emitidas desde el muro.

Algunos rumores procedentes de la prensa brasileña sugieren que Ericsson reconoció haber provocado el accidente a propósito durante un encuentro privado con Monisha Kaltenborn, si bien es cierto que la voluntad general de Sauber está centrada ahora en olvidar las tensiones internas y extraer el mejor resultado posible de Canadá.

"No debería ser así, obviamente, pero todos hemos hablado sobre ello, lo hemos discutido y aclarado. Tenemos opiniones diferentes, pero está todo solucionado y estamos ansiosos por correr en Montreal como un equipo", ha confesado Ericsson.

Nasr también ha querido entonar un discurso tranquilizador sobre las consecuencias internas del accidente, insistiendo en que la naturaleza del trazado de Mónaco favoreció el incidente con su compañero.

"Siempre vamos a ver a los coches muy cerca uno del otro. Hay casos diferentes en equipos diferentes, pero simplemente es la forma en la que ocurrió en Mónaco, ya que es una pista muy difícil para adelantar. Comencé mi carrera desde el pit-lane porque tenía un motor antiguo con demasiados kilómetros, y estaba haciendo mi propia carrera hasta que ocurrió".

Pese a haber tratado de evitar el incidente, Nasr descarta que exista un conflicto personal con Ericsson y se centra en maximizar las aspiraciones del equipo a partir de Canadá.

"No tengo nada contra él (Ericsson), así que no esperaba que ocurriera. Puedes preguntar también a otros pilotos; algunos de ellos no son mejores amigos entre ellos, pero no esperan que otros pilotos les choquen o algo así. Para ser honesto, no me lo esperaba, pero lo que ocurrió en Mónaco, se queda en Mónaco. Seguimos hacia adelante", ha apuntado.

Otra de las informaciones más reseñables sugiere que cualquier accidente similar al de Mónaco en las próximas carreras significaría el despido de Ericsson y Nasr con efecto inmediato. Ajeno a esta hipótesis, el brasileño insiste en fortalecer su discurso conciliador y apuesta por Ericsson como un rival limpio sobre la pista.

"Creo que eso es algo de lo que debe asegurarse el equipo. Como miembros del equipo, debemos mantener las formas y la actitud dentro del equipo. Después de todo lo que dijimos, sí, (confío en él)", ha explicado.

"Para ser honesto, me lo tomo de forma muy profesional. Si las formas y la actitud se mantiene de forma que confiamos uno al otro y estamos en el mismo ambiente, lo tomaré de la forma más profesional posible. Aquí no necesito ser el mejor amigo de nadie, no importa si es en Sauber u otro equipo. Estoy aquí para hacer mi trabajo lo mejor que pueda y darle al equipo los mejores resultados como piloto. En eso me tengo que concentrar", ha concluido.