El parón de verano, un invento del nuevo siglo

Hasta hace varios años, el calendario de la F1 no contemplaba semanas de circuitos vacíos en agosto, como recuerda Ferrari en su web oficial. Era muy común que el Gran Premio de Hungría se celebrara en el fin de semana conocido en Italia como 'Ferragosto', que solía ser el más cercano al día 15 del mismo mes y que para los tifosi significa 'tiempo de vacaciones', unas que la Scuderia se ha ganado a pulso, sobre todo tras ganar en Hungaroring.

En el año 1998, nadie pensaba en la playa al enfrentarse a la clasificación de Hungría. Sin embargo, desde 2009, este parón de verano ya comenzó a incluirse en la normativa, después de que los equipos firmaran un acuerdo, apoyado por la Asociación de Equipos de la F1.

Más tarde, en 2014,  este acuerdo, pasó a formar parte del Reglamento Deportivo, en concreto en el artículo 21.9. En el mismo, se estipulaba que el tiempo mínimo que tenía que haber de descanso son 14 días en el caso de que la diferencia entre dos carreras consecutivas fuera de 24 días, como ocurre este año entre la pasada carrera de Hungría y la próxima, Bélgica. O de 13, si el hueco entre ellas es sólo de 17.

Durante este tiempo, los equipos tienen ciertas restricciones. Nada de simulador, ni de túnel de viento, por ejemplo. Básicamente todo el trabajo se para. Por otro lado, los pilotos aprovechan para relajarse, desconectar, visitar a sus familias y seguir entrenando, actividades que nunca están de más.