¿Clasificaciones sin DRS? Una prohibición que puede perjudicar a Red Bull

En el ‘Gran Circo’ están todos asombrados por la eficacia del DRS de Red Bull. Pierre Wasché ha dicho que no hay truco mágico, sino que el drag del Red Bull es ya de por sí muy bajo y el DRS lo acentúa.

Es posible que su abolición en clasificación permita un poco más de mezcla en los primeros lugares de la parrilla, pero eso está por ver. Y, sobre todo, vista la eficacia del DRS de los de Milton Keynes, está claro que no tendrían dificultades para efectuar algunos adelantamientos y situarse en cabeza. De hecho, Max Verstappen lo ha hecho este año y Sergio Pérez también ha hecho buenas remontadas... pero esto es un aliciente añadido a una carera.

La idea es difícil que se imponga para este año. Si se requiere unanimidad, seguro que Red Bull y AlphaTauri votarán en contra. En cualquier caso, el rumor refleja la ‘impotencia’ que sienten otros equipos para acercarse a Red Bull, no hablemos ya de superarlo.

Según los datos que publica el medio alemán del pasado Gran Premio de Bélgica, la eficiencia del DRS del equipo austriaco respecto a la de sus rivales es muy superior: en la clasificación del viernes con el DRS permitido la velocidad máxima del RB19 ascendió hasta los 340 kilómetros/hora, frente a los 337,3 kilómetros/hora del Ferrari SF-23 —el segundo monoplaza con mayor velocidad punta—. Sin embargo, en la shootout del Sprint del sábado, donde el DRS no estuvo habilitado, Mercedes se quedó a tan sólo 0,7 kilómetros/hora de la marca de bebidas energéticas. Lo que muestra que, sin DRS, los rivales pueden acercarse a la velocidad punta del RB19.

No sería la primera vez que la FIA toma alguna medida ‘cautelar’, para tratar de evitar el dominio de un equipo, invalidando soluciones tecnológicas: de la doble carrocería de Lotus al ‘mass damper’ de Renault pasando por el ‘ventilador’ de Brabham, o todos los cambios sobre el control de la flexibilidad de las alas, mucho más recientes.

Pero hay quien advierte del peligro que esto entrañaría ya que, entre bastidores, se ha insinuado de la posibilidad de un BoP como existe en otras categorías. Un sistema pensado para igualar prestaciones que incluso se usa en el WEC, pero que es objeto de controversias. Y que, desde luego, sería el fin del ADN que todavía conserva la F1. Seguro que no se hablaría de esto si la vertiente espectáculo no estuviera tomando preponderancia sobre el espíritu meramente deportivo.