Noticias

El mandamás de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, se ha unido a Max Mosley en temer por la supervivencia de la categoría reina del automovilismo. El expresidente de la FIA, que tuvo una famosa y estrecha amistad con Ecclestone hasta el final de su reinado en 2009, ha advertido esta semana que el estado actual de este deporte puede "derrumbarse" si continúa con las desigualdades entre los equipos.

En medio de una profunda crisis en la propia Fórmula 1, el expresidente de la FIA Max Mosley se ha pronunciado y piensa que los equipos de la parrilla tienen que llegar a un consenso sobre una distribución más justa de los ingresos para asegurar la supervivencia del deporte: "Hay que sentar a todos los equipos en una mesa y explicarles que la F1 tiene un problema enorme porque algunos tienen mucho dinero y otros no; y si todo continúa así, la categoría se derrumbará, por lo que hay que buscar un cambio".

El jefe de la escudería Ferrari, Maurizio Arrivabene, cree que la Fórmula 1 necesita ser "un poco más asequible" para asegurar su futuro, pero también, que la propuesta de estandarizar los coches es demasiado extrema. El coste que requiere la Fórmula 1 para competir ha sido punto del día después de que Caterham y Marussia entraran en administración al final de la pasada temporada.

El descontento general de los aficionados con la Fórmula 1 es ostensible. Menos audiencias, un claro dominador y poca actividad en pista como vimos el domingo en Australia, algo que ha llevado a los principales mandatarios a buscar medidas para aumentar el interés en el deporte.

Allá por 2007, la Fórmula 1 pasó a la monomarca en lo que a neumáticos se refiere. Michelin abandonó el barco y Bridgestone se quedó como único suministrador, papel que jugó hasta 2011, cuando Pirelli entró en acción.

La imagen actual de la Fórmula 1 es uno de los elementos que más se le critican a un deporte que no vive sus mejores horas y que está intentando por todos los medios atraer a nuevos aficionados, un esfuerzo que, según Alain Prost, no debería cesar.

David Coulthard cree que la F1 ha adoptado una posición errónea a la hora de desarrollar nuevas tecnologías respetuosas con el medioambiente que le arrebatan su condición de deporte referencia en el automovilismo. A través de su trabajada optimización del combustible, los nuevos motores V6 Turbo son los más eficientes que se recuerdan en las últimas décadas, consecuencia de la F1 más 'verde' que planteaba la FIA a partir del 2014.

Poner de acuerdo a todos los equipos del paddock no es menos que el mayor milagro que se puede lograr en la Fórmula 1. Eso es precisamente lo que hacía falta en la reunión de la Comisión en Ginebra para que se aprobaran nuevos cambios para la próxima temporada y, como era de esperar, no se ha llegado a un consenso. Por lo tanto, la reglamentación actual seguirá su curso en 2016 y habrá que esperar a una nueva acometida para el 2017.

Cada vez son más las voces que se unen a la última tendencia de pedir una revolución, otra más, de la Fórmula 1. Los equipos más grandes son los que más están alimentando esta movilización liderada por el propio Bernie Ecclestone. Mercedes está representada en palabras de Niki Lauda, Ferrari en las de Maurizio Arrivabene y McLaren en las de Ron Dennis. Son algunas, pero para saber lo que quieren todos habrá que esperar a mañana.

Aún está por ver cómo rendirán los monoplazas esta temporada. Ya los hemos visto rodar por el asfalto de Jerez, pero todavía queda un tiempo para sacar conclusiones. Será en la primera carrera de Australia cuando podremos comparar tiempos y resultados y comprobar si, como se espera, la Fórmula 1 se volverá más rápida en su segunda temporada. Sin embargo, a muchos les corre prisa por buscar ya nuevos caminos para el deporte.

La nueva era de la Fórmula 1 apenas va a cumplir un año, pero si muchos pudieran irían con el ticket de compra a la FIA y la descambiarían como si fuera un regalo de Navidad. A pesar de que tuvimos un 2014 con carreras emocionantes y divertidas, lo cierto es que para algunos el lado negativo de la balanza pesa más: menos potencia, menos sonido, menos igualdad... Por eso, personalidades del Mundial están saliendo a la palestra para pedir un cambio, otro.

El 2015 será el segundo año de la era de motores V6 y en él se espera que el rendimiento de los Fórmula 1 supere con creces al de su estreno. Una vez que los equipos se han acoplado al nuevo reglamento, irán optimizando sus recursos cada vez más y esto se traducirá en un mayor desempeño en el asfalto. Incluso algunos, como Paul Hembery, se han atrevido a decir que los coches de esta temporada serán tres segundos más rápidos.

Cinco días después de comenzar el 2015, ni siquiera sabemos cómo serán los monoplazas que se batirán en el asfalto esta temporada, pero las cabezas pensantes de la Fórmula 1 ya miran más allá de lo que se ve en el horizonte. Si los cambios que se introdujeron en el campeonato el año pasado ya provocaron toda una revolución, Bernie Ecclestone tiene previsto dar otro vuelco al paddock con un giro de tuerca más en 2016.

Ferrari ha sido el equipo más rápido del año en el carril de boxes, donde ha acreditado los cambios de ruedas más veloces de la categoría reina. Por ello, los de Maranello han recibido el premio Pit-Stop Challenge, otorgado por la cadena británica Sky Sports.

Una vez que han rodado bastantes kilómetros en Nurburgring con los nuevos Pirelli traseros con cinturón de kevlar, los pilotos de los equipos que se opusieron al cambio antes del caos de Silverstone hacen balance de su funcionamiento. Y por lo que parece, los neumáticos no tienen una importancia significativa en el rendimiento de los monoplazas y se muestran más seguros que los anteriores con cinturón de acero.