Alonso espera que Brasil sea un punto de inflexión: "Hay una energía muy diferente"

Parece que en Silverstone han dado un giro al desarrollo del AMR23, algo que puede ser beneficioso, al menos, para conocer el camino a tomar con el monoplaza del año que viene. No es la primera vez que desde el equipo afirman que ese es el principal objetivo. Y más a falta de sólo dos carreras para el final de la temporada y con el equipo asentado en la quinta posición de Constructores. Lo único que queda es saber si finalmente Alonso podrá terminar cuarto en la general, aunque él se centra más en los intereses de la escudería.

"Hemos estado luchando mucho durante unos meses, pero las dos últimas carreras fueron bastante dolorosas", ha admitido el bicampeón en declaraciones que recoge Total-Motorsport.

"Tuvimos que experimentar un poco en algunas cosas del coche para entender realmente la dirección en la que íbamos y también tenemos que ir a por el coche del año que viene”, ha añadido. 

A pesar de su gran actuación en Brasil, no se pueden olvidar de los problemas de rendimiento que provocaron que México y Austin fuesen dos carreras para el olvido en Aston Martin. “Fueron dolorosas, especialmente en México fuimos muy lentos como equipo, como rendimiento. Pero fue agradable ver a todos en el equipo muy centrado, la determinación en el equipo era tan agradable desde el exterior para ver y profundizar en el análisis y volver más fuerte aquí en Interlagos”, ha considerado. 

Aunque quizás siempre se aprende más en los malos momentos que en los buenos. El asturiano ha admitido que hay “un par de cosas que se han entendido dentro del equipo y la dirección a seguir”. “Teníamos algunas esperanzas para esta carrera que resultaron ser correctas y, ahora, por qué no seremos competitivos en las dos últimas”, ha añadido. 

Lo que sí ha reconocido es que ahora mismo sería complicado repetir el podio en Brasil. Empezaron tercero y cuarto, aunque hay que recordar que la tormenta que llegó al final de la Q3 dejó resultados no tan esperados, que beneficiaron a Aston Martin. Mercedes estuvo fuera de forma y Charles Leclerc terminó contra el muro en la vuelta de formación. Sin embargo, se esforzaron como nunca y se terminaron llevando un  gran botín de puntos. 

Pero el asturiano se queda con la parte positiva y recuerda la situación en la que llegaban y cómo han sabido darle la vuelta. "Era una gran preocupación, sin duda para las últimas carreras y quizás para esta parte final del campeonato", ha reconocido con respecto al rendimiento del coche. Sin embargo, ahora “no puedo esperar para ir a Las Vegas, hay una energía muy diferente cuando tienes un coche con un alto rendimiento”, ha sentenciado.