Alonso cierra el debate: "El halo hizo lo que tenía que hacer"

El piloto asturiano ya ha llegado a Monza, en la que será –a priori- su última visita al Templo de la Velocidad como piloto de Fórmula 1. Un país que guarda un gran significado para el dos veces campeón del mundo, que en 2010 sintió el cariño de los tifosi al subir a lo más alto del podio como piloto Ferrari.

No se hace ilusiones e intuye que la competitividad de su McLaren será similar a la experimentada en Spa-Francorchamps, por lo que se mentaliza para un fin de semana complicado. Aun así, cruza los dedos para que llegue la lluvia y le eche una mano para compensar las carencias de su montura.

Fernando correrá sin apenas repuestos, en tanto que el equipo ha tirado de los recambios que tenían en Bélgica para preparar el monoplaza de Monza. En caso de desperfectos, se verá obligado a recurrir a elementos de especificaciones antiguas.

"Nuevo chasis, creo que uno que usé en los test invernales o en las primeras carreras. Por la parte del motor, creemos que puede estar bien, pero lo descubriremos mañana en los Libres 1. Queremos probarlo mañana viernes y confirmar que todo va bien. Hubo preocupación el domingo, luego el lunes y el martes lo comprobaron todo, y parece que está bien". 

"Espero que podamos correr con el coche entero. El fondo plano, el alerón… Son cosas con piezas limitadas. Tenemos suficientes, pero aquí seguramente nos quedaremos sin piezas de repuesto. Tenemos lo que tenemos en el coche. El resto será seguramente de otra especificación. Los daños que tuvo el coche fueron bastante extremos y luego hemos tenido apenas cuatro días para crear un monoplaza completamente diferente para Monza".

En el aspecto físico, se siente bien y preparado para competir a pesar de la violencia de su accidente en las Ardenas. Explica que sólo ha sentido ligeras molestias.

"El único día difícil fue el martes. El domingo estaba bien, el lunes, más o menos. Pero cuando me levanté el martes, sentí un poco de dolor en la espalda. Ayer estuvo bien y hoy, también. Todo bien después de eso. Todavía noto un poco de calor ahí –manos-, porque creo que tenía los guantes en el volante cuando toqué a Leclerc. Pero cada día menos. Debería de estar bien".

En una línea similar, opina que lo ocurrido en la salida de Spa-Francorchamps debería bastar para acallar los debates sobre el halo.

"Es difícil estar seguros al 100% de dónde hubiera aterrizado mi neumático delantero en el cockpit de Charles. Prefiero no pensar en eso, en si en la cabeza, las manos, el volante… Es bueno tener el halo y tener esa duda, porque es una parte bastante frágil del coche, el cockpit. El halo hizo lo que se suponía que tenía que hacer. Creo que todos deberíamos estar contentos y no tener preocupaciones por el halo".

GP DE ITALIA

De cara a la carrera de este fin de semana, en la que cree que la victoria será "entre Mercedes y Ferrari, al 50%", Fernando no espera milagros.

"Spa-Francorchamps y Monza son los fines de semana con menos rendimiento del calendario. No creo que la situación cambie dramáticamente respecto a la semana pasada. Creo que será duro para los dos. Intentaremos limitar los daños. Con suerte lloverá en clasificación o carrera para darnos una oportunidad, pero, si está todo seco, será muy difícil".

Tiene ganas de reencontrarse con la afición italiana.

"Luego tenemos la firma de autógrafos y será especial tener un último momento con los tifosi. Estoy bastante vinculado con Italia a lo largo de mi vida: corrí en Italia en karts, en la Fórmula 3 también la mitad del equipo era italiano… Empecé en Minardi con Flavio Briatore y luego con Ferrari, en Maranello y con muchos amigos ahí. Mi novia es italiana y vivimos cerca de Milán. El último GP de Italia será muy especial".

Guarda un gran recuerdo de su victoria en 2010, entonces como piloto Ferrari.

"Es una sensación muy especial. Todas las victorias lo son y aquí, en Monza, quizá un poco más por la celebración en el podio y que todo el circuito está lleno de gente. Eso es algo que suelen disfrutar los tres pilotos del podio. Ganar es muy especial, como lo fue en 2007 y en 2010 con la victoria vestido de Ferrari, que es un buen recuerdo. Creo que los tres primeros se sentirán muy especiales en ese momento del podio".

De cara a la recta final del campeonato, Alonso promete pelear al máximo aunque admite preocupación ante la necesidad de exceder el límite de motores.

"Creo que el coche ha mejorado, sin duda. Pero algunos de nuestros competidores han dado pasos mayores y sí, en comparación somos un poco menos competitivos en rendimiento puro que en Melbourne. Intentaremos recuperar esa posición y rendimiento en las últimas carreras del año".

"-En Bélgica- estaba decepcionado y preocupado por el coche, porque estas dos carreras son bastante importantes para nosotros, también para escoger dónde recibimos la sanción –por poner un motor nuevo-. En Spa, optamos por no cambiar el motor por las sanciones de Nico Hülkenberg, Valtteri Bottas y Carlos Sainz, y beneficiarnos de la 14ª posición en la parrilla de salida. Y luego estás fuera de carrera en la primera curva y has de cubrir la sanción, en esta carrera o más adelante. Así que es un doble cero: primero en Spa, luego en otro circuito en el que recibirás la sanción. Un día bastante triste".