78 milésimas de nada decantan la Pole de Brasil para Nico Rosberg

Rosberg se encuentra en el momento más dulce de la temporada. En Austin y Ciudad de México venció con autoridad y da la sensación que en Sao Paulo ha sido capaz de mantener la misma actitud para frustración de un Hamilton que no disfruta de su fin de semana más memorable en la Fórmula 1.

Lewis está distraído. El accidente del lunes en Mónaco, su tardía llegada a Interlagos, los problemas de coordinación con la prensa del jueves y los errores de pilotaje de los Libres 3 hacen evidente que el tricampeón ya no está en tensión ahora que ha certificado matemáticamente el título.

Con la de hoy, Rosberg ha sumado la 21ª Pole Position de su trayectoria profesional. Esto le ha servido para superar a Damon Hill en la clasificación histórica y para quedarse a tan solo una del récord de Fernando Alonso (22).

Por lo que respecta al resto de la parrilla, se han cumplido las previsiones. Ferrari y más en concreto Sebastian Vettel han sido la principal oposición ante la dictadura de Brackley, pero el de Heppenheim se ha quedado a seis décimas de segundo de la gloria y ha tenido que conformarse con la esperanza de que en carrera pueda estar más cerca de sus rivales. Kimi Räikkónen, cuarto, ha sido 0'3 segundos más lento que Seb.

De cara a la carrera de mañana, los máximos favoritos a la victoria son una vez más los Mercedes, aunque ayer el ritmo de Vettel en tandas largas era esperanzador por su escasa degradación de los neumáticos.

La sorpresa desagradable del fin de semana es el equipo Williams, que está absolutamente eclipsada por Force India y Red Bull. Nico Hülkenberg ha terminado quinto, Daniil Kvyat sexto y Valtteri Bottas, séptimo.

En cuanto a los pilotos españoles, el mejor ha sido una vez más el madrileño Carlos Sainz, 11º en la general, quien se ha quedado a tan solo una décima de acceder a la Q3 y luchar con su compañero Max Verstappen por un mejor resultado.

Pero la imagen cómica del fin de semana y de la temporada ha sido, sin lugar a dudas, la reacción de Fernando Alonso al quedarse tirado durante la Q1 por el enésimo problema de fiabilidad de su McLaren-Honda. Alonso ha cogido una de las sillas de los comisarios, se ha sentado y ha tomado el sol mientras esperaba que los controles lo llevaran de vuelta a la zona del Pit-Lane.