Ni Rosberg está tan fuerte, ni Hamilton tan descentrado

Vamos a poner los acontecimientos en contexto. Esta aura alrededor del compromiso de Lewis con la Fórmula 1 empieza en el Gran Premio de México del año pasado. Nico Rosberg se lleva la victoria y ya empiezan los rumores sobre la concentración del reciente proclamado tricampeón del mundo. Y esas sugerencias estaban en lo cierto, pues Hamilton ha reconocido que se relajó al proclamarse tricampeón del mundo, hecho que "facilitó" las tres victorias de su compañero de equipo al final de la pasada temporada.

En 2016 se esperaba ver al Hamilton de siempre: rápido, ganador y dominador sobre Rosberg. Y sí, así ha sido, aunque los resultados no lo parezcan con esos 36 puntos de desventaja. Vayamos por partes.

En el Gran Premio de Australia, el piloto británico se hizo con la Pole Position dejando a su compañero de equipo a más de tres décimas. Sin embargo, y aquí sí cometió un error, falló en la salida. Eso provocó que llegara en la primera curva por el exterior y Rosberg, sin querer, casi lo echara de pista, haciéndole perder muchas posiciones y obligándole a remontar el resto de la carrera. Además, la bandera roja por el accidente de Fernando Alonso tampoco ayudó a la estrategia de Hamilton. Victoria de Rosberg, Lewis segundo; limitación de daños.

Gran Premio de Baréin: Pole Position incontestable para Lewis. Sí, se salió de pista en el primer intento de vuelta rápida en la Q3, pero recuperarse mentalmente de ese error y marcar el récord absoluto del trazado de Sakhir es una muestra de una gran fortaleza psicológica. Tanto él como Rosberg realizaron una vuelta prácticamente perfecta, como se pudo ver en las cámaras 'on board'. Sin embargo, en la salida volvió a perder la posición. La salida tampoco fue mala, simplemente Nico salió mejor. Y luego volvió la mala suerte: Bottas le toca en la salida y le daña el monoplaza. Otra vez toca remontar. En esta ocasión con un coche que pierde un segundo por vuelta por los daños, según afirmó Toto Wolff. Hamilton recuperó hasta el tercer puesto. De nuevo, limitación de daños.

Por último, nos vamos al Gran Premio de China. Allí Hamilton no pudo ni disputar la clasificación. Es más, el calvario comenzó antes de pisar el trazado de Shanghái. Cinco posiciones de sanción por cambiar la caja de cambios. Luego en la clasificación, un problema en el ERS le dejó sin poder marcar ningún tiempo, así que tuvo que salir desde el fondo de la parrilla. Mientras tanto, "alfombra roja" para Rosberg hacia la Pole Position. En la carrera, otra vez daños en su monoplaza por culpa ajena. En la salida, Felipe Nasr quiso evitar a Kimi Räikkönen girando bruscamente y rompiendo el alerón del piloto de Mercedes. El coche de seguridad salvó los muebles, pero el monoplaza volvía a estar dañado, como confirmó luego el equipo. Hamilton sólo pudo remontar hasta la séptima posición, mientras que Rosberg se llevó la tercera victoria consecutiva de la temporada.

Así que en sólo tres carreras ya tenemos una diferencia de 36 puntos entre los pilotos de Mercedes y, a priori, favoritos al título. Pero la brecha no es tan grande, sólo una carrera y media. En 2014, Lewis remontó 32 puntos a Nico en Monza y Singapur. Y estamos ante la temporada más larga de la historia, aún quedan 18 carreras. En la misma temporada 2014, restando los 25 puntos extra que sumó Hamilton por la doble puntuación de la última carrera, el británico le sacó 42 guarismos a Rosberg. Y en 2015 fueron 59. Ambos años en 19 carreras.

A todo esto no hay que restar méritos al año de Nico. También hay que estar ahí para lograr los resultados, y la verdad es que el piloto teutón lo está cumpliendo. Sin embargo, lo ha tenido todo de cara hasta ahora, pues no sólo Hamilton ha tenido problemas, Ferrari también. En Australia erraron en la estrategia de neumáticos después de la bandera roja, entregando en bandeja la victoria a Rosberg. En Baréin, Vettel no pudo ni salir y Räikkönen hizo una mala salida, condicionando el resto de su carrera. En China más de lo mismo, accidente entre los Ferrari en la primera curva. Así que sí, hay que estar ahí para lograr los resultados, pero Rosberg aún no ha tenido ninguna batalla en "igualdad" de condiciones ni con Hamilton ni con Ferrari. Simplemente se ha limitado a ponerse en el liderato y controlar su ventaja mientras los demás se recuperaban de sus problemas. Así que Rosberg no está tan fuerte, está como siempre, haciendo su trabajo.

En definitiva, las críticas hacia la actitud de Lewis Hamilton no tienen ningún sentido. Y más aún si son hacia su vida privada. Primero porque cada uno hace lo que le da la gana con su vida, es libre de hacer lo que quiera y no tiene por qué dar explicaciones a nadie; y segundo porque esta vida tan "loca" que algunos ven es la misma que llevó tanto en 2014 como en 2015, cuando fue Campeón del Mundo. Cuando vuelvan las cosas a su normalidad, Hamilton ganará con solvencia y dará un golpe encima de la mesa para todos aquellos que cuestionan su compromiso con la Fórmula 1.