Myke Tyson y el McLaren, o cómo las decisiones precipitadas pueden noquear temporadas de pilotos y equipos

La actual Formula 1 es para McLaren como un camino de montaña que transcurre por el pico de un monte alargado. Caminando por él, sólo te puedes cruzar con cabras, buitres y majaderos de esos que patrocina Red Bull y que parece que han hecho testamento ayer mismo. A la izquierda, un precipicio del que no se ve el final y como te despeñes cuesta abajo caerás, falleciendo por falta de resultados contantes y sonantes. A la derecha, otro cortao que te llevará a la ruina financiera más chunga y que puede dar contigo en la lista del Cobrador del Frac, que ha pedido precio de un F1 antiguo para darte caza. De estos polvos, aquellos lodos, y de la necesidad imperiosa de seguir caminando por la senda repleta de pedruscos que te pueden hacer tropezar, decisiones que nos dejan rascándonos la cabeza a todos.

De McLaren se piró de un día pa otro Lewis Hamilton, y de manera aparentemente precipitada, ficharon a un emergente mexicano que había sacado brillo a un poco esplendoroso equipo Sauber. En su segundo año pasó por encima de Kamui Kobayashi hasta el punto de que le costó el asiento, y muchos pensaron que era el fichaje perfecto para acompañar a Button. Mirando la jugada con lupa no era difícil pergeñar que la empresa no le iba a resultar tan fácil, pero nadie sospechó que fuera a terminar así. Siempre dentro de una educación exquisita, las dos partes se separan no sin cierto resquemor por parte del azteca, que a día de hoy, no tiene coche para 2014. 

En una era sin más pruebas que las de Playstation, contar con manos experimentadas sobre el asfalto es ahorrar tiempo

Al ojo atento no debió escapar una extraña y discreta jugada que ocurrió en mitad de la temporada: Adrián Fernandez, mánager y consejero deportivo asignado a chico por Telmex, se despidió de su tarea. La lectura que hace un observador consultado es que el expiloto ahuecó el ala cuando en Woking le dijeron que allí teñía que llegar dinero –algo que reseñó el propio Jacques Villanuev–. Telmex hubiera sido un recambio perfecto para Vodafone, que abandona el barco, pero Carlos Slim padre no sólo es rico porque se lo ganó, sino porque lo pone donde le viene muy bien hacerlo. Tipo de gran corazón, prefiere dárselo a un poblado de la India más famélica que a unos ingleses a cambio de lo que él debe considerar algo poco rentable. 

Checo no tuvo suerte y su recambio, a priori, no parece ofrecer más garantías deportivas. Ojalá nos equivoquemos, pero si difícil lo tuvo el de Guadalajara, Kevin Magnussen lo tiene mucho más complicado. El chaval es rapidísimo, realmente bueno, pero en la temporada técnicamente más compleja de las últimas décadas llega un rookie que apenas se ha dado unas pocas vueltas en un F1. En una era sin más pruebas que las de Playstation, contar con manos experimentadas sobre el asfalto es ahorrar tiempo, dinero y palmatoria en forma de resultados. Si Checo ha recabado 41 puntos con un McLaren paticojo, Magnussen probablemente hubiera trincado la mitad de la mitad... Pérez ya está en su tercer año. Una formación como McLaren ha de tener por necesidad al menos a un piloto grande de verdad, uno de Los Cuatro Fantásticos, Kimi-Vettel-Alonso-Lewis. Con uno de ellos acapararía los puntos que con pilotos menos dotados harían en conjunto. Button no es manco, pero no está al nivel de esos cuatro y necesita a su lado a un tipo al menos con experiencia que le ayude a sujetar la formación.

Capítulo money: Magnu no sólo llega sin experiencia sino que además no trae tampoco pasta. Pa eso, nos hubiéramos quedado con lo que teníamos, que al menos y tras un año, no habría que explicarle donde están las cosas. El danés es un tipo extremadamente profesional, y seguramente pilotará a un buen nivel, pero que nadie espere que le ocurra lo que a Hamilton. En 2007 tenían a Ron Dennis dirigiendo una orquesta que no desafinaba, un equipo que funcionó como un reloj, con el mejor coche disponible, y como test-driver a Fernando Alonso. Esas circunstancias no se van a dar en 2014, en la que fácilmente y hasta verano, media parrilla va  a estar correteando por el asfalto como una gallina sin cabeza, perdidos cual nigeriano en el Polo Norte, como un vendedor de castañas asadas en una playa de La Habana.

La apuesta por el hijo de Jan es valiente y muy de valorar por el paso que dan en favor de un novicio, pero tiene más peligro que un arapahoe detrás de un pino. Es una apuesta sumamente arriesgada. Muchos ven que puede ser una jugada en beneficio de un Alonso al que no paran de tirarle los tejos. Si llegase el asturiano, podrían tener una excusa fenomenal para largar al danés si no funcionase.  

La apuesta por el hijo de Jan es valiente, pero tiene más peligro que un arapahoe detrás de un pino

Por otro lado, el drama de Sergio es que, siendo un buen piloto, no ha estado en disposición de demostrar si es un verdadero crack. Vive en la clase media de los carreristas que sin ser campeones, sirven, son rápidos, pero ni son de los tremendamente deseables, ni son de los que llegan con dinero bajo el brazo que les garantice un sitio, de hecho Telmex este año no ha puesto gran cosa. Elegir -o que te elija- una escudería inferior puede ser muy duro y un demoledor revés para una carrera deportiva destinada a subir cual cohete, y que corre el riesgo de estancarse. 

En cuanto a McLaren, nunca podremos decidir mejor que ellos básicamente porque nadie como ellos mismos conocen sus bazas, pero las peores decisiones se suelen toman cuando uno se la está jugando de verdad, y la actual crisis por la que pasan, técnica, deportiva, financiera –con patrocinios que salen pero no se sabe con qué los van a sustituir–, con técnicos que se les escapan y sin oler el cajón en todo el año, con un motorista que llega no este sino el siguiente año y con exigencias... es complicado, muy complicado. No le arrendamos las ganancias al bueno de Martin Whitmarsh, que a este paso se va a pulir media nómina en ansiolíticos y antiácidos. La que tiene encima... 

Cuenta otra leyenda que Myke Tyson, aquel que una vez quiso pilotar un McLaren F1, asistió a un pase cinematográfico en la Mansión Playboy, invitado por el amo de las conejitas. Manodura se quedó frito y su teléfono móvil empezó a sonar, algo terminantemente prohibido en este tipo de cita. El problema es que nadie quería avisarlo, porque ninguno de los presentes quería comprobar que clase de despertar tenía el Campeón del Mundo de Boxeo más joven de la historia. Sus puños ya no contenían Trinitotolueno como antaño, pero un cate del caballero, podía perfectamente enviarte al hospital al menos una semana. La pregunta que nos hacemos es... ¿le estarían llamando de McLaren? Igual tenían un coche para él, para Magnussen lo había...