Sainz reacciona a su abandono en el Dakar 2025: "Una de las grandes decepciones de mi carrera"

La marca del óvalo lo peleó. Carlos lo peleó. Pero fue inútil. Los comisarios consideraron que el arco de seguridad estaba dañado y que, por tanto, no se podía seguir. 

“Me encuentro muy decepcionado, una de las grandes decepciones de mi carrera, pero, al final, ya peino canas y sé que las carreras son así. Unas veces salen y otras no, es cuestión de detalles”, admitía un Sainz resignado ante un grupo de medios de comunicación desplazados al Dakar.

Ford creía que podía reparar incluso el arco de seguridad. Además, los ingenieros pensaban que era fácil reparar y en eso tienen la experiencia del Mundial de Rallies. Y lo que a reglamento se refiere hay un detalle: éste señala que sólo el fabricante, en este caso Ford, puede reparar un estructura de seguridad dañada. Y es obvio que M-Sport y Ford son los fabricantes del coche.

"Cuando hemos llegado aquí la FIA ha inspeccionado un poco más el coche, y han visto que una de la barra antivuelco estaba muy, muy ligeramente dañada. El equipo ha dicho que era muy sencillo de reparar, pero la FIA no ha querido tomar ningún riesgo” señalaba Sainz, quien tenía una opinión distinta. “En esta carrera y teniendo la garantía de Ford, hay que ser un poco más flexibles”.

Cuestión de interpretaciones. Para Ford era una reparación sencilla y segura. Para la FIA, el concepto de reparar hubiera sido hacer una soldadura, peor en este caso era necesario añadir una pieza. Y negaron a Ford el derecho a hacerlo.

En Ford lo tenían todo a punto para rehacer coche –al igual que el equipo de Serradori iba a hacer con el Century de Laia Sanz– pero al final la luz roja de la FIA se impuso.

“Es un día duro, porque después de llegar con la ilusión de preparar el coche, el Dakar y demás después de todo un año para ello, el irte en tres días para casa es un jarro de agua fría”, dice Carlos, quien admite que cometió en error.

“Ni me escondo ni busco excusas, porque al final, entré a 20 kilómetros/hora en una duna tan profunda que esta baja velocidad era lo suficientemente como para volcar. Es un error mío. Quizá la táctica del primer día pues no era la adecuada, tendría que haber perdido más tiempo para salir más atrás como se ha demostrado. Pero a toro pasado todo es muy fácil”, ha expresado para concluir.