Sainz, Al-Attiyah, Loeb y Peterhansel, los veteranos que dominan el Dakar tiene algo en común

Los cuatro son ‘dakarianos’, sí. Los cuatro superan las cinco décadas. Los cuatro pueden ganar este Dakar; tres de ellos ya saben lo que es hacerlo, Loeb, el de incorporación más reciente, está en ello. Los cuatro forman la actual referencia para los que llegan y se resisten a dar su brazo a torcer; mientras tengan fuerza son la referencia.

“Los veteranos siempre han estado para medir a la gente que llega. En este caso hay un grupo de pilotos como Loeb, Peterhansel, Al-Attiyah o yo mismo que llevamos muchos años luchando por ver quién gana. Los veteranos son los que marcan un poco el nivel de los jóvenes que llegan y cuando eres joven, tratas de buscar tu hueco y ganar a tus compañeros de equipo para establecerte. Esa es la ley del deporte”, ha dicho Carlos.

Bueno, los tres han sido compañeros de Carlos en diversos equipos. Nasser, en el Dakar con VW. Loeb, en el Mundial de Rallies con Citroën. Peterhansel, ahora mismo en Audi. No es casualidad estas coincidencias: los grandes equipos siempre buscan a los mejores y ellos todavía lo son.

Pero la coincidencia es otra. Los cuatro han destacado en otras especialidades deportivas antes de entrar en el mundo del motor. Y al decir destacado no nos referimos a que hayan sido más o menos buenos en estas disciplinas, sino que han logrado victorias y títulos antes de dejar sus respectivas disciplinas por el apasionante mundo del motor.

Sainz brilló en squash. Nasser todavía es uno de los mejores del mundo en tiro olímpico. Loeb fue gimnasta. Peterhansel destacó en algo más relacionado con las ruedas, skate.

Todos aprendieron de pequeños la disciplina de la alta competición. Para ellos, el deporte es algo consustancial y saben que exige sacrificios. Cada vez más sacrificios conforme avanza la edad.

Carlos Sainz jugaba o juega bien a fútbol, destacó en squash. Fue campeón de España juvenil. “El squash es un deporte fantástico para el automovilismo y para el Dakar. Exige agilidad, rapidez de reflejos, visión periférica 360º”, ha dicho recientemente Carlos.

Sainz se ha machacado físicamente para estar en forma, “porque hay que trabajar más cuando eres más mayor”, ya no recuperas igual. Pero sus entrenadores mantienen que físicamente podría tener fácilmente 20 o 25 años menos de los que indica su DNI.

Su cambio al automovilismo… bueno, su hermana se hizo novia de uno de los mejores pilotos de España del momento, Juan Carlos Oñoro, y descubrió lo que le gustaba el automovilismo.

Loeb iba para gran gimnasta. Era campeón juvenil en Francia, estaba predestinado a los JJ.OO…. hasta que una lesión dejó cerrado este camino. Le gustaban los coches. Se presentó a una selección de jóvenes valores y no fue el vencedor. Todo podría haber acabado aquí si un concesionario local que lo vio no hubiera decidido darle una oportunidad. Cuando entró en Citroën, donde Carlos era el ‘jefe’. Sainz advirtió rápidamente vio el potencial del francés: “Este tío batirá todos mis récords”, dijo.

La gimnasia requiere frialdad de temperamento, concentración, control mental, agilidad, coordinación de movimientos. Estas son cosas que también van bien para el automovilismo.

Nasser proviene de otro mundo. De joven le gustaba el tiro al plato. Era un gran tirador, campeón. Todavía lo es. Está preparando sus séptimos JJ.OO. como representante de Catar y tiene en su haber una medalla olímpica, bronce en Londres 2012, pero tiene dos oros en los Juegos Asiáticos y ha sido tres veces campeón de Asia.

Los coches el gustaban, pero lo que cambió su vida fue un libro, un libro autobiográfico de un tal Jackie Stewart: “Ganar no es suficiente”. Stewart era asimismo un gran especialista en tiro al plato, miembro del equipo británico, antes de dejarlo por el automovilismo.

“Me siento muy feliz de seguir con el tiró al plato. Mi padre me dijo que dos deportes serían buenos para mi desarrollo. El tiro me ayuda en el enfoque mental y la agudeza visual. Me da confianza en los rallies y me ayuda a estar siempre tranquilo, a mantener la calma. ¡Y hay que trabajar duro en ambos deportes!”, explica Nasser. El tiro necesita una buena dosis de autocontrol, exige ‘imponerte’ ante lo que te dictan tus reflejos.

El caso de Peterhansel no es tan evidente. Su padre corría rallies y competía en Trial. A los tres años ya tenía una pequeña moto y acompañaba a su padre en sus salidas. Pero su deporte favorito pronto fue el ‘skate’. A los 14 se proclamó campeón de Francia de Slalom, Figura Libre, Descenso y Combinada. Fue seleccionado para el equipo nacional con vistas a los Europeos. 

Pero la moto le tiraba mucho y a los 15 abandonó el skate comenzó su carrera deportiva en dos ruedas. No tenía edad suficiente, así que se inscribía con el nombre de su padre y logró numerosas victorias… lo que le valió descalificaciones y sanciones cuando descubrieron la trampa. El Skate requiere control, decisión, sentido del equilibrio.