Fórmula E: Nick Cassidy, el hombre a batir en Sao Paulo

Pero… En el mundo de la competición los ‘pero’ sueles ser la antesala de situación incómoda, de peligro, de que lo que se ve no es lo que parece. 

Y ese ‘pero’ se llama Nick Cassidy. El piloto de Jaguar es el único que ha subido al podio en las tres carreras disputadas hasta la fecha, la inaugural de México y las dos de Diriyah: dos terceros puestos y una victoria. Todos los demás rivales, incluidos Pascal Wehrlein (Porsche) y Jack Dennis (Andretti), cada uno con una victoria, se han quedado atrás; simplemente aunque hayan acabado y puntuando en las tres carreras, no lo han hecho con suficiente intensidad.

Hay 19 puntos entre Nick y Wehrlein, su rival más cercano; Jean-Éric Vergne (DS) es tercero a 24 puntos: Jack Dennis, cuarto, a 29; Evans, quinto ya a 36, dando ‘puntos’ al un grupo de seis hombres en tres puntos. 

En estas circunstancias, Cassidy es el hombre a batir ‘a cualquier precio’. El pasado año Jaguar ganó aquí con Evans y Cassidy fue segundo, pilotando para Envision, pero con el tren motriz de Jaguar.

Quizás Wehrlein y Vergne, en menor medida Dennis, pueden permitirse todavía ceder algún punto, pero no muchos. Para los otros perseguidores, perder más puntos ante Cassidy es poco más o menos que la antesala del desastre. Esto es válido, muy particularmente para tres ex campeones: Nyck de Vries, Antonio Félix Da Costa y Lucas di Grassi, todavía con el casillero por estrenar.

Pero -otra vez él ‘pero’- esto no es F1. Aquí, la aerodinámica o el set-up, cuentan poco; los coches son iguales. Los motores eléctricos tienen todos un elevado rendimiento. Así que todo se juega en el software, sobre todo en recuperación de energía, donde la línea que separa el acuerdo del error es muy delgada y el tomar riesgos resulta muy arriesgado. Pero es evidente que algunos están obligados a tomarlos. 

Por eso hay una cierta dispersión de los resultados de una carrera a otra, incluso si dos carreras consecutivas se desarrollan en el mismo entorno, que dificulta las previsiones, los pronósticos.

Y este es un circuito un tanto especial: tres rectas, una de ellas, la más larga partida por una chicane, unidas por cerrados ángulos.