¡Ahora, con vídeo!: Probamos el Mini Aceman, sólo eléctrico, 'made in China' y desde 37.250 euros

El Mini Aceman es un coche peculiar por varias razones. Por ejemplo, por su origen chino, ya que nace fruto de la colaboración de la marca con Great Wall Motors y, de momento, se fabrica sólo en el país asiático. Además es el primer Mini de la historia que nace exclusivamente como coche eléctrico. Y también porque aparentemente no tiene un rival claro. Con 4,08 metros de largo , lo que le sitúa en la gama entre el Cooper y el Countryman más cerca del primero, no existe un coche semejante del mismo tamaño. Se podría pensar en el Mégane eléctrico o en el Alfa Romeo Junior como adversarios, pero por concepto vemos un claro oponente en el Renault 5 –si se tiene en cuenta su versión más potente de 150 caballos con 412 kilómetros de autonomía, claro– a pesar de que no llegue a los cuatro metros. Es urbano, eléctrico, llamativo... y más barato.

TRES VERSIONES, DOS BATERÍAS Y EL 'JALEO' DEL JOHN COOPER WORKS

Del Mini Aceman hay tres versiones actualmente, aunque a mediados de 2025 se sumará el John Cooper Works, más potente y con una puesta a punto específica. Pero... ¿por qué decimos que hay 'lío' con esto? Porque la variante más potente que se vende actualmente, con 258 caballos, ya se llama John Cooper Works, aunque realmente se trata de un acabado. Esta versión lleva la batería grande, de 54 kilovatios hora, y llega hasta 355 kilómetros de autonomía.

La opción intermedia entrega 218 caballos y, con la misma batería, llega a 405 kilómetros de autonomía. La de acceso se queda en 184 caballos y con su batería de 43 kilovatios hora tiene un rango de 309 kilómetros.

Contar con una batería u otra afecta también a la potencia máxima de carga admitida. La más pequeña puede recuperar a un máximo de 70 kilovatios por corriente continua, mientras que la grande lo puede hacer a 95. Esto hace que recargar del 10% al 80% de sus respectivas capacidades necesite una conexión, en condiciones ideales, de 29 minutos. Por corriente alterna admiten ambas 11 kilovatios, en cuyo caso se necesita una conexión de cinco horas y media para la recarga completa en el caso de la batería grande y de 4,3 horas en el de la pequeña.

UN DISEÑO MODERNO Y MINIMALISTA

Dan igual los años y los modelos que pasen. Un Mini siempre será reconocible como un Mini. El Aceman muestra una estética minimalista con los clásicos detalles de la marca. Las ópticas, sin ser redondas, siguen ofreciendo esa particular mirada que siempre han tenido, a lo que se suman los cortos voladizos, unos cristales de las ventanas que parecen pertenecer a la misma superficie y unos tiradores de las puertas que están enrasados. Por su parte, las llantas son de 19 pulgadas y hay hasta diez modelos diferentes.

El maletero tiene una capacidad de 300 litros, y si hay que sacarle una pega es que la boca de carga nos ha parecido que está más bien alta. Costará un poquito más de la cuenta meter, por ejemplo, las bolsas de la compra. Existe además un doble fondo bastante amplio en el que van los cables de carga. Por su parte, la apertura y cierre del portón se hace de forma manual.

El interior del Aceman es un calco al de los últimos lanzamientos de la marca. Pantalla circular de 24 centímetros y ausencia de cuadro de mandos como puntos más llamativos. Las funciones de lo segundo las hace un head-up display que se muestra sobre una superficie específica y no sobre la luna delantera, mientras que para la primera sólo caben elogios. Buena resolución, inmune a los reflejos, un sistema operativo que funciona a la perfección, y multitud de gadgets, tanto útiles como curiosos –por ejemplo, hay videojuegos para entretenerse durante la carga–. En la pantalla también se puede cambiar el ambiente del coche, ya que hay hasta ocho diferentes que afectan a la forma en la que se muestran los datos y a la iluminación. De estas ocho, cuatro son modos de conducción como tal.

El espacio disponible en la parte delantera es el esperado en este tipo de vehículos. Eso sí, llama la atención lo perceptible que es el capó desde el puesto del conductor, algo que hace tener la sensación de que se conduce un coche más grande de lo que parece. La pega de esta zona es que el suelo está muy alto, con lo que las piernas quedan en una posición algo incómoda si se flexionan. Curiosamente en los asientos de la parte trasera este hecho es algo menos notable, lo que ayuda a potenciar la sensación de espacio. Para dos adultos está bien, y desde luego es más espacioso que un Renault 5 en el que, por ejemplo, los pies no caben bajo los asientos delanteros. Es seguramente este punto el que supone la más clara ventaja respecto al modelo francés.

SE COMPORTA COMO UN MINI PERO CON ALGUNOS MATICES DERIVADOS DEL PESO

La versión que hemos probado del Mini Aceman es la denominada SE, es decir, la de 218 caballos con 405 kilómetros de autonomía. Es potencia más que suficiente o incluso demasiada cuando se activa el modo de conducción Go-Kart, el más deportivo de todos. Hay que recordar que es un tracción delantera y en tal caso hay que decidir muy bien en qué momento y con qué fuerza se pisa el acelerador para que no haya pérdidas de motricidad. En todo caso, este modo tan sólo lo usaremos en los momentos en los que queramos divertirnos de verdad, algo que desde luego es posible... aunque no tanto como, por ejemplo, con el Mini Cooper. El extra de peso se nota cuando se le buscan las cosquillas. Al menos, eso sí, conserva un tacto de dirección 'muy Mini', es decir, directa y precisa, lo que aumenta el nivel de disfrute.

Una de las curiosidades que tienen los diferentes modos de conducción y ambientes que ofrece el coche –los ocho de los que hablábamos antes– es que, en algunos casos, vienen acompañados de sonidos específicos que se hacen notar al pisar del acelerador. De puertas hacia dentro, eso sí, porque lo que suena por fuera va aparte. Si nos lo tomamos como un detalle simpático, sí, podemos 'comprarlo', pero por lo demás no admitimos 'pulpo como animal de compañía'. El modo Go-Kart, por ejemplo, simula el sonido de un motor de combustión, petardeos al levantar el gas incluidos, con cierto toque de nave espacial. Otro de ellos, cuando se pisa el acelerador hace que suenen unos grillos en busca de nuestra relajación. Lo dicho, meras anécdotas.

Más importante que estos sonidos es comentar la suspensión, que es ciertamente dura. En cierto modo es necesario para sujetar de forma correcta los casi 1.800 kilos que pesa el Aceman SE, pero en algunos momentos se echa en falta un extra de confort, especialmente en entornos urbanos cuando toca afrontar badenes y demás. Y no olvidemos que este coche está principalmente pensado para este ámbito.

Respecto al consumo energético no podemos hacer una valoración real porque hemos conducido el coche durante poco tiempo, así que nos quedamos con unos datos teóricos que se mueven entre 14 y 16 kilovatios hora a los 100 kilómetros. ¿Y el freno? Se nota que su tacto no es natural, pero al menos el recorrido es bastante estable y no se producen imprecisiones al decelerar. Por cierto, tan sólo existe un modo 'B' para regenerar más energías al levantar el pie del acelerador. Nada de levas.

CONCLUSIÓN Y PRECIO DE LAS DIFERENTES VERSIONES

El Mini Aceman es un buen coche urbano eléctrico, sin duda, y tiene todo lo que se puede esperar de un Mini. Sin embargo, con el Renault 5 tiene un rival duro porque el modelo del rombo, si bien pertenece a una marca más generalista y es ligeramente más pequeño, también cumple con aquello de tener un coche 'chic' y diferente... además de jugar con el corazoncito de los compradores. La versión de 150 caballos –las de menor potencia no admiten la comparación– tiene un precio de 31.600 euros, mientras que el Aceman de acceso, con 100 kilómetros menos de autonomía, cuesta 37.250 euros. Para lograr un rango similar hay que desembolsar un mínimo de 40.850 euros, eso sí, con 218 caballos, punto a favor para el Mini.

Por encima queda la versión de 258 caballos, cuyo precio de lanzamiento es de 50.050 euros y que es más justo comparar con el Alfa Romeo Junior más deportivo, que tiene 30 caballos extra y algunos centímetros más aunque con 40 kilómetros menos de autonomía que el Aceman –se queda en 315–. Esta versión Veloce del modelo italiano, también 'chic' y llamativo aunque de estética más agresiva, cuesta algo menos, 47.500 euros. Eso sí, hay que reconocer que estos extras en el coste han sido una constante en la historia reciente de Mini, y al cliente no le ha importado pagarlo.