Doblete de Toyota en Spa; Albert Costa, tercero en LMP2

La marca de Maranello debió conformarse con la tercera plaza del podio otra vez, aunque en esta ocasión para Antonio Giovinazzi, Alessandro Pier Guidi y James Calado.

Eso sí, el Ferrari acabó a una vuelta tras superar prácticamente a la vista de la bandera de cuadros al Porsche de Makowiecki-Cameron-Christensen, a una vuelta del final. El Ferrari tiene un hándicap: tuvo que hacer ocho paras en boxes por cinco del Porsche o seis de los Toyota. Es cierto, una de ellas al principio para cambiar neumáticos.

Un tercer escalón de podio que podía haber sido perfectamente para Miguel Molina. Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, pero Fuoco se salió en la bajada hacia Eau Rouge justo al subirse al coche para cubrir el último relevo. El italiano fue víctima del ‘síndrome de las gomas frías’ y en la bajada perdió el control, que no pudo recuperar en la hierba y acabó contra las vallas.

Este accidente no ha sido el único de estas características este fin de semana. Van der Zande destrozó su Cadillac en idénticas circunstancias y casi en el mismo punto. Y fueron muchos los pilotos, los de Toyota incluidos, que tuvieron varios sustos por ello. Todos estaban de acuerdo en que la ausencia de calentadores en un día frío fue clave para estos incidentes.

Y en los únicos, con la pista húmeda, fueron varios los pilotos que se salieron en las vueltas de formación tras el safety car.

La carrera tuvo una primera media hora un tanto sorprendente. Con la pista mojada, las gomas de agua –que montaron los Ferrari– eran mucho más rápidas que las de seco que montaron los Toyota. Los dos Ferrari, con el 51 al frente, superaron al Toyota de Conway ya en La Source, donde se fue un poco largo; Nielsen debió levantar pie y Giovinazzi superó a ambos.

Esta elección de gomas permitió a Peugeot subir hacia los primeros lugares, así como también al Porsche ‘cliente’ o al Cadillac de Bamber. El segundo Toyota, que salía de fondo de parrilla al no haber marcado ningún crono, tenía por su parte problemas para abrirse paso entre los GT.

Pero todo cambió cuando no se llevaban ni siquiera 12 minutos de carrera. Tras varios trompos hubo el primer safety… y la pista se estaba secando. Cuando los Ferrari pudieron parar a cambiar (novena vuelta), al igual que los restantes que habían comenzando con gomas de agua, ya quedaron descolgados.

Con la pista seca, el Toyota número 8 remontó rápidamente y al filo de la primera hora era ya cuarto, tras sus compañeros, el Porsche de Estre-Lotterer-Vanthoor y el Cadillac de Bourdais-Van der Zande-Aitken. Los Ferrari estaban doblados y sólo a las puertas de los ‘top 20’.

La carrera estaba ya prácticamente vista para sentencia. Los esfuerzos de los pilotos de Ferrari eran evidentes, lograron desdoblarse, aprovechando los numerosos safety y FCY. Pero ello también les hizo más complicado luchar contra los Porsche y los Cadillac .

La segunda hora de carrera estuvo marcada por la impresionante salida de pista de Renger Van der Zande, que destrozó el Cadillac número 3 en el ascenso al Raidillon; Bourdais, su compañero, explicaría más tarde que se había roto la dirección asistida. Los dos Toyota y los dos Porsche oficiales se alternaban al frente de la clasificación, precediendo al Cadillac superviviente y a los dos Ferrari.

Más adelante, Jacques Villeneuve fue tocado por un Ferrari GT cuando intentaba superar a un pelotón quee luchaba, y el Vanwall acabó en las vallas.

Los dos Toyota tenían campo libre, mientras que detrás de ellos había una cruenta batalla entre el Porsche oficial superviviente y los dos Ferrari.

La batalla por la tercera plaza perdió uno de sus protagonistas cuando Antonio Fuoco fue a las vallas. Y a partir de este momento, Pier Guidi fue a por el Porsche y le costó mucho alcanzarle y superarle.

Los Toyota sólo tuvieron un momento de apuro en la última parada en boxes. El coche de Buemi-Hartley-Hirakawa salió justo delante de sus compañeros, pero con las gomas frías no era rápido y el otro coche que venía lanzado tuvo que superarlo saliéndose de la pista para no ‘comérselo’.

En LMP2, la batalla estuvo incierta y dura, pero al final Andrade-Kubica-Delétraz (WRT) se impusieron a Pierso-Blomqvist-Jarvis (United), tras superarles a unos 10 minutos del final y aprovechando que el otro coche de WRT y Prema, en cabeza a falta de 40 minutos, tuvieron que efectuar una última parada.

Los compases finales de esta categoría estuvieron animados por un increíble Albert Costa, que impuso un ritmo espectacular y ganó en pista varias posiciones, adelantando a Frijns, Albuquerque y Caldarelli, para llevar el coche de Inter Europol al podio de la categoría. La irrupción de Albert en el WEC está dejando huella. Su mejor vuelta fue la segunda de la categoría –le faltaron 20 milésimas para dar la mejor vuelta–, pero dio varias vueltas por debajo de 2’07”; un listón que sólo Vaxiviere y él bajaron. Por si fuera poco, acabó noveno de la general… y su parcial en el sector de bajada, el segundo sector de Spa, el más virado, fue el tercero absoluto.

En GT, las alternativas fueron constantes y al final el Ferrari de Lilou Vadoux, Pérez Companc y Alessio Rovera se hizo con la victoria por delante del Corvette oficial y el mejor de los Aston Martin; estos dos coches pelearon ‘cuerpo a cuerpo’ y sin cuartel las tres últimas vueltas, pero el Aston no logró superar al Corvette.

En su debut ene el WEC, Alex Riberas acabó octavo. El barcelonés tuvo ritmo, pero sus compañeros estaban sorprendidos por el nivel del WEC.

CLASIFICACIÓN