Indy 500: una carrera diferente

Sólo así se puede entender una carrera en la que no es imprescindible salir delante para ganar, donde incluso el último de la parrilla tiene posibilidades. Ésta es posiblemente la baza a la que se aferran los seguidores de Fernando Alonso.

La carrera es muy peculiar, única en el mundo. La más rápida de todas, la única en que el ganador ha podido presumir de un promedio superior a los 300 kilómetros/hora… durante 800 kilómetros, es decir recorrer 800 kilómetros en 2 horas y 40 minutos aproximadamente.

La carrera de Indy tiene dos fases muy diferentes. Los primeros tres cuartos son de colocación, donde lo importante no es rodar delante sino tener a los de cabeza en el punto de mira y sobre todo impedir que te doblen. Ser doblado representa quedar eliminado de la batalla por el triunfo.

Hay que correr con la cabeza. Es importante aprovechar los rebufos, para adelantar si la ocasión lo requiere pero sobre todo para economizar combustible. Es algo importante para tener flexibilidad en la táctica.

Recordemos, los pilotos tienen a su disposición 125 galones de combustible, 473 litros de combustible, el consumo es aproximadamente de medio litro por kilómetro o de 50 litros a los 100 kilómetros; los depósitos de combustible tienen 70 litros. El combustible no es gasolina sino E85, es decir 85 partes de etanol por 15 de gasolina.

Los pilotos tienen, además, 36 juegos de neumáticos para el evento. Todos son del tipo ‘duro’ de Firestone, dadas las elevadísimas velocidades. El compuesto ‘alternativo’ –blando–, que es obligado usar al menos una vez en los ruteros, no se usa en los ovales.

Los ‘spotters’ tienen mucho que ver con las elecciones tácticas. Desde lo más alto de la tribuna tienen una visión de conjunto de la pista. Su misión es avisar a los pilotos cuando se produce un incidente; no es sencillo una maniobra evasiva a 350 kilómetros/hora. También cuando alguien viene muy rápido detrás o cuando vas ganando ritmo. Y sobre todo ayudan en la decisión de cuándo entrar en boxes.

Pero después es la maestría del piloto para ‘sentir’ el coche. A 350 kilómetros/hora el rebufo es bestial, pero también lo es la pérdida de adherencia en el tren delantero; el subviraje aumenta y el muro parece ser un imán que atrae el coche en cada viraje.

Y después está el viento. Aparentemente las cuatro curvas de Indy son iguales, pero el viento las convierte en diferentes, especialmente la curva tres, casi desprotegida. Por eso en Indy se ven mangas de viento, como en los aeropuertos, para que los pilotos estén prevenidos, tenga información sobre la intensidad y dirección.

ALGUNOS DATOS

¿PÓR QUE 500 MILLAS? – Porque la idea inicial era un evento que durara unas siete horas, para entretener al publico desde mediodía al atardecer. Y con los coches de la época se pensó que se podría recorrer esa distancia

¿EN QUE AÑO SE DISPUTÓ LA PRIMERA EDICIÓN? – En 1911, aunque no fue la primera carrera en el óvalo. Ésta fue un año antes y de motos.

¿CÓMO ES LA PISTA? – Tiene forma de ‘0’, con las dos rectas largas de cinco octavos de milla –un kilómetro– y las dos cortas de un octavo de milla –200 metros–. Las cuatro curvas, de 90 grados, tienen un cuarto de milla, es decir 400 metros. El ‘baking’ o inclinación de las curvas es de 9º12’.

EL BRICKYARD – La línea de ladrillos que se conserva en recuerdo de la superficie inicial de la pista, hecha con ladrillos.

LOS COCHES – Los monoplazas son todos iguales, fabricados por Dallara y con la misma aerodinámica. Pesan 726 kilos y su longitud total es de 5,12 metros. Las posibilidades de reglajes están estrictamente limitadas.

LOS MOTORES – Son V6 Turbo de 2.2 litros turboalimentados y que pueden tener doble inyección. Sólo están homologados dos motores, Honda y Chevrolet. La potencia varía según la presión del turbo; en los superovales, como Indy, ésta es de 1.3 mb, con lo que se obtienen unos 550 caballos de potencia.

COMBUSTIBLE – No se usa gasolina sino Etanol, o mejor dicho el combustible E85 –85% de etanol y 15% de gasolina–. El depósito de los coches es de 70 litros y cada equipo dispone de 473 litros –125 galones– para completar las 500 Millas, es decir casi 1 litro por milla.

NEUMÁTICOS – Firestone ofrece 36 juegos a cada participante. Son todos del compuesto duro ya que en los ovales, por sus características, no puede utilizarse el neumático blando.

SPOTTER – Se llama así al táctico que está en lo alto de la tribuna y controla toda la pista. Avisa al piloto sobre las incidencias y situaciones de tráfico… Incluso le guía en ocasiones. Su experiencia es clave.

REPOSTAJES – Duran bastante más que los de F1, no menos de ocho segundos, porque hay muchos menos mecánicos trabajando en el coche; sólo dos cambiando ruedas. Por eso, al final de la carrera algunos no cambian ruedas para unas pocas vueltas y sólo ponen unos pocos litros de gasolina para concluirla; se denominan ‘Splash and Dash’. La alternativa es correr en modo ‘Fuel Run’, es decir ahorro de combustible.

PARADAS EN BOXES – Lo normal es parar seis veces para cambios de ruedas y repostajes. Pero según haya más o menos vueltas en periodo de ‘caution’ pueden convertirse en siete, o reducirse como mucho a cinco, pero ello sólo si hay un exceso de neutralización. Por cierto, cuando se incia una ‘caution’, en la primera vuelta de la misma, no se puede entrar en boxes.