Racing Point y los puntos sobre las íes

Pero la petición de Renault de que se retiren los puntos a logrados hasta la fecha por Racing Point va más allá de todo eso. “No es nada personal, sólo cuestión de negocio”.

Cuestión de imagen, de no verse superado por un equipo pequeño, cliente, cuya historia está salpicada de problemas financieras y riesgos de colapsos. Pero también de dinero.

Si consiguen que Racing Point quede por detrás del campeonato de constructores y Renault sube una plaza, ganará más dinero, quizás unos 10 millones de dólares. Y si excluyen a Racing Point del campeonato y su parte se divide entre los demás, quizás incluso algo suplementario, pongamos tres millones más.

Sin embargo, no es sólo una cuestión de finanzas a corto plazo, sino una cuestión de futuro. Un equipo cliente que herede un coche dominador puede ser un serio problema en las pistas, en los resultados de las carreras. Y ese sí que es un problema de imagen.

Renault puede entender que McLaren, por tradición en la Fórmula 1 y por su papel de constructor de grandes GT, pueda ser un rival. Pero un gran constructor no puede permitirse que un equipo privado humilde les supera de forma regular, que con mucho menos dinero logren mejores resultados No es bueno para ellos.

Este es el problema del ADN de la Fórmula 1, de filosofía de la categoría que está sobre la mesa. Y un problema que debe solucionarse para saber exactamente con que cartas jugamos y lo que apostamos.  No va de los tambores de refrigeración de frenos, sino del coche entero, aunque parece que hay muchos detalles del Racing Point que difieren ostensiblemente del Mercedes W10, por ejemplo las suspensiones delanteras, por ejemplo la existencia de un ‘S Duct’, pese a lo que aparentemente muestran las formas externas.