Ferrari cambiará de concepto para su monoplaza de 2020

Cuando era joven devoraba las novelas de Sven Hassel, un escritor danés afincado en Barcelona que realizó bastantes novelas ambientadas en la II Guerra Mundial, protagonizadas por los hombres de un batallón de castigo del que él formaba parte.

En una de estas novelas escribió una frase que ha quedado en mi memoria: "Los alemanes cuando empiezan a perder una guerra ya piensan en la siguiente". Una frase que hoy casaría abiertamente con lo que sucede en Maranello en estos últimos años.

Diez victorias de Mercedes por cero de los rojos duelen. Pero quizás sean asumibles si se comparan con el otro gran fiasco de Ferrari: Red Bull les gana por 2 a 0. Es cierto que sin un infortunio de Charles Leclerc o la penalización de Sebastian Vettel en Candá, ahora también ellos tendrían 2 victorias y el 10-0 se transformaría en un más diferible 8-2, mientras que el 2-0 de Red Bull se habría transformado en empate.

Pero la clasificación del Campeonato es la que es. Y el objetivo para esta segunda parte del año es muy distinto al que imaginaban. De discutirle la corona a Lewis Hamilton a intentar no quedar por detrás de Max Verstappen.

Mattia Binotto ya ha puesto en marcha el plan de emergencia: anticipar el coche del próximo año. No se deja de trabajar en el actual porque las reglas de cara a 2020 apenas cambian y las mejoras que puedan encontrar repercutirán en el monoplaza siguiente.

Sacar partido a las gomas y sobre todo, mejorar la carga aerodinámica, serán los dos elementos clave. Lo segundo es la mayor carencia que detecta Vettel. La velocidad punta de Ferrari es muy buena pero la velocidad en el paso por curva es casi ridícula en comparación con Mercedes. Los de la estrella lo han dicho muchas veces durante el año: "Perdemos seis décimas en las rectas, pero las recuperados en las curvas", y por lo visto lo hacen con creces.

La revisión aerodinámica será conceptual. El ala delantera dirige el aire hacia el exterior de las ruedas delanteras para ‘limpiar’ las turbulencias generadas por las ruedas al girar. El alerón de Mercedes busca el dirigir el aire a la parte inferior del coche y aumentar la carga aerodinámica.

El problema fue detectado hace ya varios Grandes Premios. Pero su solución requiere revolucionar todo el concepto aerodinámico del coche. Lleva tiempo y hubiera estado listo cuando ya no tendría influencia en la batalla por el título. También conllevaría unos costes enormes. Así que avanzar algunos pasos en la dirección de 2020 y centrarse sobre todo en el próximo año parece lo adecuado.

La sorpresa es que, según las filtraciones, Ferrari conservará el mismo tipo de suspensión delantera. A inicios de temporada se dijo que quizás esta era demasiado conservadora y no se descartaba que esta fuera la causa de la pérdida de eficiencia del tren delantero.

Tanto Mercedes como Red Bull utilizan esquemas de suspensión delantera que parecen mucho más sofisticados. La duda es si a los diseñadores de Ferrari les faltó audacia en este campo o lo sacrificaron excesivamente para primar teóricas ventajas aerodinámicas. Es posible que sea un poco de ambas cosas, pero está claro que existe un desequilibrio que les impide ser eficaces.

Es cierto, sus rivales tienen una mayor experiencia en el uso del ‘tercer elemento hidráulico’ en la suspensión delantera. El concepto del coche nada alrededor de esta suspensión que no será seguramente revolucionaria, pero sin duda mucho más ambiciosa.

De nada sirve la aerodinámica si la suspensión no trabaja de acuerdo con ella: debe hacer que la superficie de apoyo de la goma sea máxima y evitar sobrecalentamientos del neumático para mantener la goma en la ventana de temperaturas adecuada.