Rosberg y Di Grassi creen en la fusión de la Fórmula 1 y la Fórmula E

No son dos meras opiniones más, sino dos muy cualificadas, aunque podrían tener algo de partidista. Rosberg ha hecho muchas inversiones inmobiliarias desde que se retiró de la Fórmula 1, pero también lo ha hecho en la Fórmula E.

Y Di Grassi no sólo es piloto de la Fórmula E,  sino que además es el director ejecutivo de la Roborace y, por tanto, cercano a Alejandro Agag, que ya ha insinuado que se postulará al cargo de presidente de la FIA. Conoce bien el tema. No lo olvidemos.

Di Grassi ha estado muy vinculado a Audi en resistencia. Cuando la marca de los cuatro aros decidió abandonar la especialidad, Ulrich Brehmer, el responsable deportivo de la firma, dijo muy claramente que el futuro de la competición "será eléctrico o no será". Y la política deportiva del grupo Volkswagen va encaminada en este sentido.

Rosberg se posicionó claramente. No lo hizo ante la prensa del motor ni en unas declaraciones casuales, sino una conferencia en el influyente Foro Económico Mundial de Davos. "Todos subestimaban el coche eléctrico hace un par de años, pero hoy incluso las grandes petroleras tienen una mentalidad más abierta y lo contemplan en sus planes. Si todas las marcas venden coches eléctricos o a hidrógeno, ¿qué sentido tienen las carreras con motores de gasolina? No lo tendría, así que eso debería cambiar en algún momento".

Rosberg es una figura muy activa en los grandes foros internacionales de energías alternativas y nuevas tecnologías.

Di Grassi ha dicho que "los motores de combustión interna son cosas que ya pertenecen al pasado, como la publicidad del tabaco". Y si hace unos meses parecía no estar por el acercamiento, ahora parece verlo como algo deseable porque ambas partes tienen mucho que aportar.

Para Di Grassi, si los eléctricos bajan de precio y todos los constructores se centran en esta tecnología forzados por las normas medioambientales, "¿qué sentido tendría para ellos invertir en la Fórmula 1?"

Aunque Agag siempre recuerda que ellos tienen la exclusiva de los motores eléctricos hasta 2039, huelga recordar que John Malone no sólo es propietario de la Fórmula 1, sino que es socio mayoritario de la Fórmula 1 a través de sus instrumentos de inversión.

Esa circunstancia puede propiciar cualquier tipo de acercamiento, sobre todo cuando todavía queda una década antes de que se produzca un movimiento significativo.

El mismo Jean Todt sabe perfectamente que éste es el camino del futuro. No es una casualidad que hace unos días reivindicase la electrificación de los rallies como una necesidad, para que sean al menos híbridos.

No será ni hoy ni mañana, tampoco en un lustro. Las baterías han de desarrollarse mucho para correr en circuitos ‘de verdad’, no en trazados urbanos que parecen los de un encierro. Falta tiempo para que puedan rodar a 300 kilómetros/hora.

No son los únicos pilotos que piensan así. Jean-Éric Vergne también es del mismo parecer. "No sé si será en 20 o en 30 años, pero está claro que las carreras de coches eléctricos serán las únicas del automovilismo".