El 'juicio' de Vettel: Operación Poncio Pilatos

En suma ‘postureo políticamente correcto’, pero de mínima eficacia. Lo que podríamos llamar ‘Operación Poncio Pilatos’.

En contra de lo que se creía, Vettel no comparecerá ante una comisión formal de investigación o ante un tribunal de disciplina, sino que ha sido llamado por ‘el jefe’ para comentar el tema, un ‘tirón de orejas’ en privado.

Resulta complicado juzgar de nuevo unos hechos que ya han sido juzgados -bien o mal- por un ‘tribunal’, que en el fondo eso son los comisarios deportivos de la carrera.

Muchos aficionados evocarán colisiones voluntarias que no fueron sancionadas (Arnoux y Villeneuve en el GP de Francia en Dijon) porque en aquella época los ‘combates rueda a rueda’ eran algo aceptado. O sí que lo fueron y de manera dura (el toque entre Schumacher y Villeneuve a Jerez, que costó al alemán la exclusión del campeonato). O los dos encontronazos entre Senna y Prost en Japón.

¿Ralentizó de forma algo diferente Lewis? ¿Lo hizo más de la cuenta? ¿Vettel había iniciado la aceleración pata intentar sorprender a Lewis? ¿Fue un momento de distracción variando el programa de gestión del motor?  Estos y muchos otros interrogantes pueden plantearse sobre la fase inicial, desencadenante, del incidente.

Los comisarios se escudan en la revisión de la telemetría para no sancionar a Hamilton. Algunos lo ponen en duda y aseguran que Vettel reaccionó ante la provocación y que Lewis merecía ser sancionado asimismo. No puedo poner en duda su versión. 

Y en cualquier caso, aunque hubieran errado, lo considero irrelevante para ‘atenuar’ la falta de Vettel. Porque el germano hizo una maniobra deliberada que no puede considerarse ni remotamente ‘hecho de carrera’ precisamente porque la carrera estaba neutralizada. Las imágenes de TV muestran el brusco cambio de dirección del Ferrari antes del impacto, casi como reacción instintiva y reflejo de rabia. En suma, una maniobra antideportiva en un momento en el que el ‘juego está detenido’, es decir, penalti y expulsión, roja directa…. aunque el toque fuera por un error de cálculo en una ‘maniobra intimidatoria’ y por más que la velocidad fuera tan baja que no resultara peligroso. Y todo ello sin tener en cuenta las ‘improperios’ que lanzó contra Charlie Whiting en su día.

Y todo indica que los comisarios tuvieron sobre la mesa la posibilidad de una sanción más dura para el germano. Recordemos lo publicado en esta misma página: Un comisario de la FIA, Paul Gutjahr, afirmó que podrían haber impuesto "una sanción más severa". Puso de ejemplo la bandera negra y la exclusión de la carrera. "Hamilton no tuvo ningún daño y no quisimos influir demasiado en el Mundial", aseguró al periódico suizo Blick. 

La pena modulable en función del espectáculo es un concepto indignante. Como me indigno cuando entrenadores, presidentes o periodistas piden a los árbitros que "protejan a las estrellas". Las entradas en fútbol son falta o no; merecen tarjeta o no, la reiteración de incorrecciones pueden conllevar tarjeta… pero eso tanto si se efectúan sobre las grandes, endiosadas e idolatradas estrellas como si lo son sobre el más modesto de los futbolistas,  si las comete un defesa de renombre internacional o de un gran equipo o bien es un debutante del equipo más modesto.

Es más, en este caso no queriendo interferir en el campeonato, los comisarios lo hicieron y mucho. Antes del incidente, Hamilton le estaba sacando 7 puntos de ventaja a Vettel. Tras la carrera, Vettel le sacó dos. Hay nueve puntos de diferencia.  En lugar de salir de Bakú a 5 puntos del alemán, Hamilton salió a 14. Pudo haber salido a 27 de no haber intervenido los comisarios sancionándolo, o sólo 2 si hubieran excluido a Vettel.

En cualquier caso, Lewis perdió la victoria no por el encontronazo -a baja velocidad, a priori si riesgo... salvo que se hubiera todo una suspensión- sino por el banal incidente de la protección lateral de la cabeza, sin nada que ver con el encontronazo. De no ser por ello habría ganado y salido de Bakú como líder del campeonato.