Volvo 360c: el futuro de la movilidad autónoma

Las redes sociales son aprovechadas por muchas marcas para mantener informado a los seguidores y, en ocasiones, también a los medios especializados. Suelen aprovechar estas plataformas para ofrecer adelantos de lo que está por venir, ya sean modelos de producción, estrategias de marketing o, como en este caso, un concept car por parte de Volvo.

El fabricante sueco publicó un vídeo en el que se pudo ver unos grupos ópticos muy llamativos, pues forman simples líneas que recorren tanto el frontal como la trasera, rematados en los laterales por seis bloques de luz apilados y un pequeño apéndice que sale de la carrocería. En la zaga, por contra, lo que parecen los pilotos se no se encuentran unidos entre sí y además, añaden una aleta, imaginamos que a cada lado –sólo se muestra el lado izquierdo– que también es recorrida por una delgada línea luminosa y muestra la cifra '360'.

Ahora podemos ver dicho automóvil al completo y comprobar que dichos grupos ópticos sólo eran un detalle nimio, pues el conjunto es muy futurista y alejado de cualquier cosa que pudiéramos esperar tras ver aquel vídeo. El Volvo 360c presenta una propuesta innovadora, con un diseño que sorprende y una tecnología de última generación. Es la propuesta autónoma de Volvo, con motor eléctrico y una conectividad total. La marca asegura que se trata de su apuesta por la movilidad del futuro, un vehículo cuyo único fin es ofrecer el máximo confort y la máxima seguridad.

Volvo es uno de los fabricantes que más apuestan por la conducción autónoma pues, según ellos, es la mejor forma de acabar con los accidentes de tráfico. Por ello, la marca trabaja en sus sistemas de conducción autónoma mucho tiempo y todo lo logrado se da lugar en este interesante concepto. De entrada, es un coche que no requiere de intervención humana para circular, un hecho que se ha aprovechado para ofrecer un espacio en el habitáculo totalmente modulable. La ausencia de volante, selector de marchas o el espacio que ‘roba’ el motor de combustión, ha permitido a los diseñadores experimentar con las posibilidades y el Volvo 360c puede configurar su interior en cuatro posibles usos: oficina móvil, hablar con amigos y familiares o leer, una habitación donde descansar o dormir y un espacio para ocio y entretenimiento. Posibles usos que se darían mientras el vehículo se desplaza camino de nuestro destino.

Sin embargo, donde más ahonda este nuevo concepto autónomo es en la comunicación entre vehículos, otra función sobre la que Volvo trabaja desde hace algunos años. La marca presenta una propuesta para establecer un estándar global sobre cómo los coches autónomos se comunican entre ellos. El sistema comprende sonidos externos, colores, imágenes, movimientos e incluso una combinación de todo esto, para comunicar las intenciones de desplazamiento al resto de vehículos de la carretera.

"Creemos firmemente que este método de comunicación debe ser un estándar universal, de modo que todos los usuarios de la carretera puedan comunicarse fácilmente con cualquier automóvil autónomo, independientemente de qué fabricante lo haya construido", dijo Malin Ekholm, vicepresidente del Centro de seguridad de Volvo Cars. "Pero también es importante que no enseñemos a otros qué hacer a continuación, para evitar confusiones potenciales. Nuestra investigación muestra que esta es la forma más segura para que los automóviles totalmente autónomos se comuniquen con otros usuarios de la carretera".

Håkan Samuelsson, presidente y CEO de Volvo Cars, por su parte, habla así de este prototipo autónomo: "El negocio cambiará en los próximos años y Volvo debería liderar ese cambio en nuestra “industria. El impulso del coche autónomo nos permitirá dar un gran paso adelante en seguridad, pero también abrirá las puertas a nuevos y emocionantes desafíos comerciales. La tecnología autónoma permitirá a los consumidores pasar tiempo en el automóvil haciendo lo que quieren hacer. Imagine un mundo en el que viaje largas distancias sin necesidad de aeropuertos. Un mundo en el que se puede evitar horas de cola y espera ante los arcos de seguridad y los incómodos aviones, ruidosos y estrechos. ¿Qué pasaría si, en cambio, puede tomar su propia cabina privada de primera clase, que lo recoge en su casa y lo lleva de puerta en puerta?". 

El sistema autónomo del Volvo 360c se basa en un complejo cerebro electrónico, que mediante un avanzado sistema de GPS y varias cámaras de 360 grados –que dan nombre al vehículo– para tener todo el recorrido y los alrededores del coche controlados. Así, puede realizar viajes de hasta 300 kilómetros sin emisiones al emplear tecnología eléctrica. La marca lo presenta como una alternativa a los vuelos privados y como opción más rápida y cómoda a los vuelos nacionales de Estados Unidos, los cuales, entre traslado al aeropuerto, tiempos de espera y embarque, requieren más tiempo que si se opta por un coche como el Volvo 360c.

Supone un paso más en el objetivo de la firma sueca, que pretende vender un tercio sus coches con sistemas de conducción autónoma en 2025.

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