Volkswagen Caddy GNC: practicidad Eco a buen coste

La movilidad sostenible es un asunto que preocupa cada día a más conductores. Las restricciones a la circulación de ciertos vehículos tradicionales en las grandes ciudades, los cierres al tráfico durante los episodios de alta contaminación y el miedo a futuras normativas aún más restrictivas han llevado a inclinar la balanza en muchos casos hacia híbridos, eléctricos y también hacia el Gas Natural Comprimido, GNC.

Híbridos y eléctricos son una alternativa interesante para algunos conductores que residen en grandes ciudades, pero el hecho de cargar con una batería, por no hablar de su necesidad de recarga, limitan su practicidad a algunos de esos conductores, que precisan de una gran autonomía sin paradas, y un espacio de carga mayor que el que estos vehículos ofrecen en su mayoría.

En este sentido, los turismos derivados de comerciales ofrecen desde hace tiempo una propuesta funcional para quienes buscan un vehículo amplio y con gran capacidad de carga, pero sus mecánicas tradicionalmente Diesel no suponen hoy un argumento a su favor. Por eso, para éste y otros públicos, existen otros combustibles en el mercado más propicios para un uso intensivo y que no topan con limitaciones de circulación por sus emisiones: los vehículos propulsados por Gas Natural Comprimido –GNC– se benefician del distintivo Eco de la DGT, lo que les permite el acceso al centro de las grandes capitales, incluso durante episodios de alta contaminación.

Uno de los ejemplos más claros es el Volkswagen Caddy GNC, un modelo propulsado por este gas –principalmente metano– que está disponible con carrocería corta, de 4,40 metros de largo, y larga de 4,88 denominada Caddy Maxi, con versiones Furgón –sin asientos traseros–, Kombi, Trendline y Edition, con cinco o siete plazas. La idea es ofrecer una solución de transporte versátil y económica para sortear las restricciones al tráfico con bajas emisiones y sin verse limitados por la autonomía.

Todas las versiones del Caddy GNC equipan un motor 1.4 TGI de 110 caballos que funciona tanto con gasolina como con GNC –lo probamos con todo detalle durante nuestra participación en el V Eco Rally de la Comunitat Valenciana. Este gas se almacena en un depósito de 34 kilos de capacidad, suficiente como para ofrecer una autonomía de 700 kilómetros. Adicionalmente, el depósito de 13 litros de gasolina le proporciona una autonomía extra de 180 kilómetros.

Gracias a la alta eficiencia energética de su mecánica híbrida –de gas y gasolina–, el Volkswagen Caddy GNC homologa un consumo de 4,3 kilos de GNC a los 100 kilómetros. Con un precio aproximado de 0,89 euros/kilo de GNC, el coste de rellenar su depósito de gas es inferior a 35 euros.

En la actualidad existen 75 estaciones de servicio en España, y otras 11 en Portugal, que ofrecen la recarga de GNC. Es cierto que la mayoría de éstas se encuentran por ahora en las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, o en las proximidades de otras 19 capitales de provincia, pero la red es cada día más amplia y se espera que lleguen a 100 a lo largo de 2019.

Además, el Volkswagen Caddy GNC homologa una emisión de dióxido de carbono –CO2– un 15% menores que su equivalente de gasolina, y un 80% menos de óxido de nitrógeno –NOx– que la versión Diesel, lo que le permite acceder al distintivo Eco de la DGT y sortear las restricciones a la circulación de vehículos en las grandes ciudades, como Madrid Central, y las limitaciones al tráfico y aparcamiento durante casi cualquier episodio de alta contaminación.

Con todo, el Volkswagen Caddy GNC tiene un precio de partida de 25.730 euros y, ya sea por su economía de uso, su mecánica respetuosa con el medio ambiente, sus ventajas para sortear las limitaciones al tráfico en las grandes ciudades, o su practicidad como vehículo de carga y pasajeros, lo cierto es que, con 443 unidades entregadas en 2018, el Volkswagen Caddy GNC fue el vehículo comercial de GNC más vendido de España en el último ejercicio. Por algo será.