Vienen curvas: Italia se planta ante la prohibición europea de los coches de combustión

Esta prohibición empezó a cobrar forma en el año 2021 y se aprobó definitivamente en febrero de 2023, en un contexto en el que toda la industria iba lanzada hacia el coche eléctrico. La propuesta original contemplaba que el veto abarcara a todos los coches nuevos con motor de combustión, pero finalmente Alemania consiguió que se hiciera una excepción con aquellos que usaran combustibles sintéticos o biocombustibles.

En tiempos recientes, sin embargo, la gran mayoría de fabricantes han revisado a la baja sus objetivos de electrificación. Esto ha ocurrido desde el Grupo Volkswagen en Europa hasta Ford en Estados Unidos, pasando por otros pesos pesados de la industria como Mercedes-Benz o incluso Volvo. Todos concuerdan en que el futuro es eléctrico, pero que el mercado aún no está preparado y que, en consecuencia, la gasolina convivirá con nosotros un poco más de lo previsto.

Ahora el debate empieza a llegar al plano legislativo, y es que este lunes el ministro de Industria del Gobierno italiano confirmó que propondrán a Europa que revise formalmente el objetivo de 2035. Lo harán este mismo jueves en una reunión de los ministros de Industria de la Unión Europea.

Esto ocurre días después de que la primera ministra italiana Giorgia Meloni calificara de “autodestructiva” para la industria la decisión de vetar los motores de combustión a partir de 2035. “Acompañar al sector industrial en el reto de la transición ecológica no puede implicar desmantelar sectores enteros”, dijo desde Roma.

Su ministro de Industria ha recogido ahora el guante. “Creemos que es absolutamente necesario que se modifique la dirección de la política industrial europea. La automoción es uno de los sectores donde más se necesita que haya un cambio en el Green Deal”, ha asegurado Adolfo Urso en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.

El objetivo de Europa es que los coches que usen combustibles contaminantes desaparezcan del mercado en 2035, pero antes de que eso ocurra está previsto que haya una revisión de la legislación en 2026 que tenga en cuenta los últimos avances tecnológicos. Esto implica que la ley aún tienen margen para cambiar antes de que entre en vigor.