Uber paga por no conducir e ir a la huelga

Ese último punto es motivo de controversia en estos momentos en California, Estados Unidos, donde una nueva ley podría obligar a Uber a reconocer a sus conductores como asalariados, con las pertinentes obligaciones que eso conlleva al no poderlos tratar como autónomos.

Según recogen varios medios locales, Uber se ha puesto en contacto con sus conductores en la zona para ofrecerles entre 25 y 100 dólares por personarse en las protestas contra la nueva legislación. El montante es para cubrir los costes del desplazamiento, el estacionamiento y el tiempo que no facturan en la carretera.

La ley se llama AB5. En mayo se aprobó en la primera cámara legislativa y en estos momentos se debate en el Senado de California, donde si recibe el visto bueno podría marcar un antes y un después para el sector.

Para determinar si un trabajador es un empleado o un autónomo, las empresas deberán demostrar que cumple tres requisitos: que es ajeno al control de la compañía, que su trabajo no es central en el negocio de la compañía y que posee un negocio independiente en esa industria. Si no los cumplen, deberán considerarlos empleados.

Esas directrices son mucho más claras y concisas que las que existen en la actualidad en la legislación federal estadounidense, lo que supone un desafío para los intereses de empresas como Uber, que fundamenta su expansión mundial en la colaboración con trabajadores por cuenta ajena.