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Trump asegura que "los coches autónomos son trampas mortales"

Rafael Alonso
25/03/2019 13:45

Donald Trump se declara "escéptico del coche autónomo" y asegura que no viajaría en un vehículo sin conductor por considerarlos "trampas mortales fuera de control". Unas declaraciones en línea con el sentir mayoritario de la población de Estados Unidos y que podría apuntar a una próxima regulación.

El presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, es conocido por su ferviente apoyo a la industria del motor norteamericana, sus reticencias a la importación de vehículos, ya sean europeos o japoneses, y todo lo que suene a evolución tecnológica en un sector del automóvil.

No obstante, hace ya algunos años que los grandes fabricantes estadounidense apostaron por deslocalizar parte de su producción hacia el sur de la frontera, en aras de un menor coste de fabricación y una mayor proximidad a su otro gran mercado, el latinoamericano. Asimismo, varias marcas alemanas de vehículos –Mercedes, BMW y Volkswagen– radicaron factorías en Norteamérica para acercarse a nuevos públicos, y el auge de startups de coches ecológicos ha llevado a la industria a mirar hacia la costa el oeste, donde florece la electrificación del automóvil.

No así el magnate de la construcción y actual inquilino de la Casa Blanca, quien parece haber emprendido una cruzada en contra del progreso de la automoción y en defensa de los tres grandes, General Motors, Ford y Chrysler, a quienes defiende a capa y espada, siempre que se comprometan a mantener su producción en territorio yankee.

En esta ocasión, la última declaración de Trump contra el avance del sector se centra en los coches autónomos, a los que califica de "trampas mortales fuera de control", lo que parece chocar frontalmente con su falta de apego por regular un territorio inexplorado. Es sabido que el Presidente es un amante de los coches rápidos y potentes, como atestigua su amplia colección de modelos europeos, pero siempre con un hombre al volante. Así lo ha expresado el propio presidente en diversas manifestaciones públicas, en las que ha asegurado que "nunca viajaría en un coche autónomo".

Trump se describe a sí mismo como un "escéptico del coche automatizado" y "no confío en que un ordenador decida mi camino", algo que concuerda con el sentir general de los estadounidenses, donde el 71% de los conductores no viajarían en un vehículo sin conductor. Así pues, no sería de extrañar que, próximamente, el Presidente emprenda acciones ejecutivas para legislar el campo de los vehículos sin conductor y las distintas compañías implicadas en su desarrollo.