Así es el Toyota C-HR PHEV frente a sus rivales: Japón se enfrenta a Corea... y a España

La prueba que realizamos hace unos días del Toyota C-HR PHEV nos dejó muy buen sabor de boca. Además de por el comportamiento del coche, por esa capacidad que tiene de funcionar como un híbrido convencional una vez que se ha consumido su autonomía eléctrica hasta cierto punto. Es decir, aún sin haber cargado la batería no habrá merma de potencia ni un ascenso dramático en el consumo de carburante.

Pero, ¿con qué modelos se juega el pan el C-HR híbrido enchufable? No es muy habitual encontrar mecánicas de este tipo en unidades de su tamaño. Sin embargo, sí parece que hay dos coches en concreto que se postulan como los grandes rivales del nipón. Uno de ellos nace en Corea del Sur y el otro en España. Se trata del Kia Niro y del Cupra Formentor, ambos con más versiones más allá de la híbrida enchufable, tal y como sucede con el C-HR. ¿Sale este último ganador frente a ellos con su propuesta o no? Vamos a verlo.

Toyota C-HR PHEV contra Kia Niro PHEV: la balanza se decanta por detalles según el caso

El Toyota C-HR es un coche algo más pequeño que el Niro –4,36 metros contra 4,42–, pero el enfoque es el mismo. Se trata de unidades aptas hasta para familias con un sólo vástago que vayan a centrar su uso en entornos urbanos sin descartar viajes más largos esporádicamente. En este sentido tiene ventaja el coche japonés precisamente por su menor tamaño, aunque es cierto que el Niro aporta un puntito más de espacio disponible tanto en su interior como en el maletero –348 litros por los 310 del C-HR híbrido enchufable–.

La potencia del motor se decanta claramente del lado del C-HR con sus 223 caballos. El Niro PHEV se queda en 183, cifra en todo caso más que suficiente para el tipo de coche del que se trata. A cambio, el modelo coreano puede recorrer unos cuántos kilómetros más en modo eléctrico –65 por 60–. Eso sí, se trata de una distancia que no debe suponer un factor diferencial si se tiene en cuenta que, de media, el ciudadano español recorre 41,6 kilómetros diarios de media según la web del Gobierno. Cualquiera de los dos coches, por tanto, es apto para completar los trayectos cotidianos sin necesidad de gastar gasolina.

Tampoco existe una gran diferencia en el precio de lanzamiento de los dos coches. El Niro híbrido enchufable empieza a venderse en 37.600 euros, mientras que el C-HR hace lo propio desde 38.500.

¿Cuál elegir de los dos? Quien escribe estas líneas no tiene necesidades de espacio o transporte más allá de las propias, con lo que la elección sería el C-HR. De no ser así, puede parecer más lógico el Niro. En todo caso, son los pequeños detalles los que decantan la balanza sin que el cliente deba temer equivocarse al elegir.

Toyota C-HR PHEV contra Cupra Formentor PHEV: ganador el japonés

La diferencia de tamaño entre el C-HR y el Cupra Formentor es más acusada que con el Niro. El modelo que se fabrica en Martorell se va hasta 4,45 metros, lo que sin embargo no le permite tener un maletero más grande que el del modelo coreano pero sí mayor que el del C-HR. Se queda en 345 litros. De nuevo la reflexión que hacíamos en la comparativa anterior es válida: el Formentor aporta un toque más de versatilidad por su tamaño, pero el C-HR es más manejable en ciudad. Si se tiene en cuenta que el verdadero potencial del híbrido enchufable se encuentra en entornos urbanos, debe ser necesariamente un punto a favor del coche nipón. Además su autonomía eléctrica es mayor, 60 kilómetros por entre 54 y 59 del rival.

¿Por qué el Formentor tiene una doble autonomía eléctrica? Porque una de las peculiaridades de la versión PHEV respecto al C-HR es que son realmente dos, una con 204 caballos y la otra con 245. El Toyota se sitúa en medio, aunque hay que recalcar que el Cupra más potente sólo lo es porque entrega momentáneamente un pico de potencia superior que viene desde la parte eléctrica. Son, en todo caso, dos coches de rendimiento similar que, eso sí, aportan sensaciones bastante diferentes a causa de la transmisión. La del Formentor es un DSG de seis velocidades mucho más convencional que la del C-HR. Tan sólo buscar mayor placer dinámico debería inclinar la balanza hacia el primero en este apartado.

Donde gana claramente el Toyota al Cupra es en el precio inicial, ya que sus 38.500 euros aventajan a los 41.120 de partida que la firma del Grupo Volkswagen pide por el Formentor PHEV de 204 caballos y muy considerablemente a los 48.650 euros de los que parte la versión más capaz. Si se tiene en cuenta todo en conjunto, el C-HR PHEV parece una compra más lógica que el Formentor.