Tesla se mantiene en pérdidas y cae en bolsa en el segundo trimestre

El esperado 'break even' de Tesla se hace esperar. La firma de Palo Alto ha dado números rojos desde su nacimiento, pero la visión de su fundador y su ambiciosa expansión internacional son y han sido tradicionalmente motivos más que suficientes para que los inversores mantengan su confianza en su proyecto.

Hay números que invitan al optimismo: las ventas se han disparado un 50% y la facturación ha escalado hasta los 5.700 millones de euros. Y para el segundo semestre se prevé una renovación del Model S, una nueva fábrica en China y más novedades de un pickup que expandirá su gama, así como la producción del Model Y ya en 2020.

Son ésos los argumentos que esgrime Elon Musk para sostener que la situación actual tan sólo es temporal, aunque los inesperados resultados negativos del último trimestre han propiciado una caída en bolsa del 12% –del 20% en el NASDAQ desde enero–. El visionario asegura que "si sigue esta tendencia, que creo que seguirá, los resultados serán bastante asombrosos".

Musk y su responsable financiero, Zachary Kirkhorn, han informado a los accionistas de que Tesla prevé cubrir gastos en el tercer trimestre y dar beneficios en el cuarto. Para conseguirlo, centrarán su atención en "el incremento de ventas, la capacidad de expansión y la generación de efectivo".

"Creemos que nuestro negocio ha crecido hasta el punto que puede financiarse solo", escriben Musk y Kirkhorn. "Estamos centrados en expandir nuestra fabricación en nuevas regiones, en presentar nuevos productos y en continuar con la optimización de la experiencia del cliente, a la vez que generamos y usamos el capital de forma sostenible".

La marca también se ha reafirmado en su previsión de ventas para el conjunto del año 2019, que oscilará entre los 360.000 y los 400.000 vehículos. En los últimos tres meses se han vendido 77.734 unidades del Model 3 y 17.722 del Model S y el Model X. Estos últimos dejan más dinero en caja, pero la popularidad del primero ha eclipsado a los modelos que hicieron grande a la marca.

El precio de venta promedio del Model 3 se ha reducido a 44.900 euros, también a costa de la necesidad de sacrificar beneficio absoluto en pos de la producción a escala. La compañía asegura que la optimización del proceso de fabricación ha conseguido paliar en parte ese descenso.

Para justificar las pérdidas de los últimos meses, Tesla justifica con la inversión de 105 millones de euros en reestructuraciones internas, que han conllevado una reducción de personal y el cierre de varios concesionarios. En cualquier caso, este cambio de rumbo solo explicaría un 30% de los resultados de este periodo.