Tesla mejora su Autopilot con su mayor actualización hasta la fecha
El restyling del Tesla Model S y el Model X constan, desde hace casi un año, de toda la tecnología necesaria para circular sin necesidad de que intervenga un humano: ocho cámaras capaces de cubrir una visión en 360 grados con un alcance de hasta 250 metros y 12 sensores ultrasónicos. No obstante, el software que utilizan y que controla tales funciones está 'capado' y actúa bajo una especie de versión beta con vista a ser actualizada paulatinamente, como si estos automóviles pudieran evolucionar por sí mismos.
El último avance de este sistema incluye un nuevo paquete de mejoras que estará disponible para todos los clientes con Autopilot 2.0 en sus coches –versiones HW2– a partir de que se instale de manera oficial en los Tesla de nueva fabricación, inclusive el esperado Model 3. Sin embargo, no todo se reduce a esta técnica, ya que la nueva configuración, entre otros logrados progresos, también mejora el funcionamiento de los sensores de lluvia y adapta de forma instintiva el brillo de las colosales pantallas de los Tesla, algo muy recomendable en unos vehículos que centran toda la interacción con sus ocupantes en tales paneles.
La nueva actualización permite un incremento considerable de los escenarios donde un Tesla de nueva generación puede actuar de manera autónoma. Así, la firma americana ha confirmado que dispondrá de un control de crucero adaptativo con frenada de emergencia, aparcamiento automatizado tanto en línea como en batería, aviso de colisión lateral y trasera, cambio autónomo de carril, control automático de la dirección y nuevos controles para los dispositivos móviles de los usuarios, entre los que destaca la función remota de arranque, aparcamiento o climatización pero, sobre todo, una nueva competencia que permite que el coche vaya a buscar a su dueño por sí sólo desde donde éste le 'llame'.
En esta línea, el algoritmo de control del Autopilot se ha pulido para que pueda ser empleado con relativa seguridad en carreteras secundarias y no sólo en autovías, y mantener así el vehículo en el centro del carril con precisión, algo que Elon Musk, CEO de la compañía, catalogó hace unos días en Twitter como 'smooth as silk' o 'suave como la seda' en español.
Este moderno y casi futurista reajuste de la tecnología de Tesla supone un gran paso para la conducción autónoma que marcará la pauta del ecosistema vial el día de mañana. El objetivo del emprendedor sudafricano no es otro que diferenciar radicalmente su marca del resto de fabricantes de automóviles eléctricos mediante una autonomía avanzada que permita al conductor implicarse lo menos posible en el manejo si así lo desea y, por esto, quiere ser el primero en llegar a implementar una conducción autónoma de nivel 3 en sus modelos.
