El susto de un propietario de un Tesla Model X, y otros problemas
Tesla es una marca tan vanguardista como polémica, con críticas hacia el funcionamiento de su autopilot, pero también a los controles de calidad de la marca en algunos modelos, como le ha ocurrido a un propietario en los Estados Unidos.
Reservó su coche en septiembre de 2015, un Tesla Model X, y le fue entregado en enero de este año. Pero a partir de ahí todo han sido problemas. Para empezar, a los pocos días tuvo que ir al concesionario a que le realizasen una actualización de software que la marca no había realizado antes de la venta.
Luego, descubrió que el líquido del limpiaparabrisas estaba a un nivel muy bajo, así que lo llevó para solucionarlo, y se descubrió que el depósito estaba rajado. Pero eso serían minucias comparadas con el problema de la puerta trasera del lado izquierdo, de apertura en mariposa, y llamadas Falcon por Tesla.
Por dos veces en los primeros meses se quedaba bloqueada, y era imposible abrirla, ni por dentro ni por fuera. Pero el 2 de junio todo llegó a un límite: mientras circulaba por una autovía a 110 kilómetros por hora, y con un niño de 6 años en la parte trasera, la susodicha puerta comenzó a abrirse sin explicación, lo que le obligó a realizar una maniobra de parada de emergencia para evitar que se abriese totalmente.
El cansado propietario ha pedido a Tesla la devolución íntegra de su dinero, acogiéndose a la Lemon Law de California, pues el coche puede considerarse defectuoso. No sabemos si el modelo en cuestión va a repararse o se le va a reintegrar lo pagado, pero sí que se ha hecho público que el jefe de ventas de Tesla, Jon McNeill, está encargándose personalmente del asunto, ansioso por encontrar una solución a los problemas.
Que eso satisfaga o no al preocupado propietario es algo que sabremos en un tiempo. Pero el susto no se lo quita nadie.
