El Suzuki Miura Jota SVR: obra de arte en Japón

Pero vayamos al principio. El Lamborghini Miura Jota SVR fue una modificación hecha por la marca para Herbert Hahne, un importador alemán, en 1975, aunque el coche acabó en Japón tras su venta en 1976. Recientemente, Polo Storico, la sección especializada en clásicos de Lamborghini, lo ha restaurado. Este coche fue todo un mito en Japón, y despertó la curiosidad de muchos entusiastas del país.

Por su parte, el Suzuki Cara era en realidad un Mazda Autozam AZ-1. El coche fue desarrollado por Suzuki, pero era vendido por Mazda bajo su marca Autozam. Se trataba de un coche de motor central de 650 centímetros cúbicos con turbo que producía 64 caballos, pero tenía un aspecto muy deportivo, engalanado con puertas de mariposa. Se produjo de 1992 a 1995 en sus distintas versiones.

Este coche lo tenía el susodicho Kin y estaba orgulloso de él, pero soñaba con un Miura Jota SVR. Obviamente, comprar el original estaba fuera de su alcance, así que una de las primeras cosas que hizo fue pintar el coche con el esquema de colores del Lamborghini, el elegante rojo combinado con el dorado. Pero no era suficiente, así que se puso manos a la obra para dotar al pequeño japonés del aspecto del gran italiano.

Fruto de su amor, realizó toda la modificación a mano y él mismo. Ha tardado cerca de cuatro años y medio en este proyecto, aunque lo comenzó a idear hace ocho. Hizo todas las partes de la carrocería él mismo, incluídas aquellas que aparecen en el original. Claro que el Suzuki tiene un pequeño motor de tres cilindros –que ha aumentado a 700 centímetros cúbicos– y el Lamborghini un V12, así que con mucha artesanía fabricó una tapa de motor que sugiere tras la ventana trasera que hay un V12. Quizás el único fallo es que las puertas siguen siendo de apertura en mariposa, cuando el Miura las tenía normales con la célebre punta de toro en su extremo. Un nimio detalle.

Tampoco dejó de lado el interior, con un volante con el emblema de Lamborghini, una especie de palanca de cambios manual y cinturones de seguridad 'Lamborghini'. Es tan escaso por dentro como el verdadero, aunque no sea exactamente igual. Quiere ser un Lamborghini, pero no quiere tampoco engañar a nadie. Y eso que las ruedas y el spoiler montados en el techo son idénticos al coche original, y lleva los emblemas de Lamborghini y Bertone en su exterior.

Kin lo conduce una vez por semana, pero no pretende ni construir más ejemplares ni venderlo. Es sencillamente su objeto de deseo, su realización de un sueño, su obra maestra. Y no, no se trata de una de esas copias falsas que intentan pasar por un verdadero superdeportivo, ni es un kit car que puedes montarte con relativa facilidad. Esto es artesanía pura, amor por un coche y una pieza única ante la que sólo podemos mostrar nuestra admiración y respeto. El Suzuki Miura Jota SVR.

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