Rusia resucita Moskvich para paliar la marcha de las marcas occidentales

El último coche fabricado por Moskvich era un sedán, aunque también tenía versión con portón. El primer automóvil de la resurrección es un SUV de gasolina, con llantas de aleación, faros led y gran pantalla central.

La resurrección de la marca no ha sido algo deseado o buscado, sino que responde a una necesidad derivada de la Guerra de Ucrania. El abandono de Rusia por parte de las firmas automovilísticas es un hecho y el país no podía permitirse ni quedarse sin automóviles ni el paro que supondría el cierra de la industria.

"El propietario extranjero ha decidido cerrar la planta de Renault en Moscú. Tiene derecho a hacerlo, pero no podemos permitir que miles de trabajadores se queden sin trabajo. En 2022 abriremos una nueva página en la historia de Moskvich", dijo Sergei Sbyanin, alcalde moscovita, en su blog cuando Renault anunció que abandonaba sus negocios rusos.

Sbyanin ha sido uno de los principales defensores del renacimiento de la marca porque necesitaba preservar miles de puestos de trabajo en su ciudad y área metropolitana. Y no es para menos, Moskvich significa 'moscovita', 'natural de Moscú', 'fabricado en Moscú'.

Pese a que hace más de 20 años –en 2001– cerró y fue declarada en quiebra un lustro más tarde, todavía circulan por Rusia más de 450.000 Moskvich, algunos de ellos –unos 50.000– con 35 años a cuestas. En su día la marca tenía encomendada la fabricación de modelos más populares, por debajo de los coches fabricados por AutoVAZ, comercializados bajo los nombres de Lada y VAZ, que usaban tecnología Fiat.

Los orígenes de Moskvich se remontan a 1939… o quizás deberíamos remontarnos a 1929 cuando Ford inauguró una planta de montaje en Moscú denominada KIM –Kommunisticheski International Molodeji–, que fabricó los Ford A y AA, antes de ser absorbida, casi al inicio de la II Guerra Mundial, por GAZ.

La historia de Moskvich ha sido movida ya que ha cambiado de propietario varias veces. Su primer modelo, el Moskvich 400, no era mas que el Opel Kadett de 1936 –motor de 1.027 centímetros cúbicos y 23 caballos, aunque más adelante pasaron a 27– aprovechando que Rusia se hizo con parte de la maquinaria de la planta Opel de Rüsselheim. Y el coche fue desarrollado en Alemania. Un coche muy limitado que pronto dejó paso al 402, que tuvo versión familiar y camioneta.

El éxito de la marca llegó con el 407 de 1958. Su motor de 45 caballos le permitía alcanzar 115 kilómetros/hora. y sobre todo ofrecía mejor comportamiento y era más elegante. Aunque las autoridades soviéticas parecían más interesadas en AutoVAZ y GAZ, Moskvich, logró hacerse asimismo con la tecnología Fiat para su 408, basado en los 1300 y 1500 italianos y después lanzó en 412 con motor de 80 caballos inspirado en un motor BMW de 1.5 litros.

Pero fue un viaje de Charles de Gaulle a Moscú el que dio el impuso definitivo a la marca. El acuerdo de cooperación incluía la fabricación de los 408 en una planta belga para el mercado europeo, la modernización de la factoría de Moscú y cooperación tecnológica que permitió lanzar los 2138/2140 en 1975 y aumentar la producción a 300.000 ejemplares anuales.

Los siguientes modelos de la marca fueron 'inspirados' en el Simca 1100 –pero llegó muy tarde, a mediados de los 80 y el modelo original ya acusaba diez años de antigüedad– y en el Simca 1308, pero su mecánica rusa estaba anticuada y era poco potente, aunque llegó a venderse en Europa con el nombre de Aleko –palabra formada con el acrónimo de Automóvil de las Juventudes Leninistas–.

Los coches estaban anticuados, sobre todo las mecánicas, y se intentó hacer un motor nuevo y moderno 'en casa', que llevó a la marca casi a la quiebra… y a reconvertir la sociedad original –AZLK– en sociedad anónima OAO. Ésta mostró algunos prototipos interesantes con la base del 2142, detalles estilísticos inspirados en los Bentley y motores Renault de 2.0 litros.

Los problemas se acumularon: financieros, de calidad de componentes, la crisis económica rusa… las primeras importaciones. Todo se unió en su contra y obligó al cierre primero y la quiebra después.

La fábrica pasó más adelante a manos de Renault y en 2019 comenzó a fabricar el SUV Arkana, inicialmente para el mercado local, pero que el pasado año llegó al mercado europeo.

Kamaz, que tutela ahora a Moskvich, ha anunciado que de momento se producirán 600 vehículos de aquí a final de año –hay problemas de suministros en Rusia– y que en 2024 se alcanzarán las 100.000 unidades anuales, algunas de las cuales serán eléctricas. Para acelerar los tiempos, hay una colaboración con el grupo automovilístico chino JAC.