Recaro fue clave en el éxito de Porsche, pero no fue precisamente por sus asientos

Pero el nacimiento de Recaro es anterior a la fabricación de asientos que hoy es el negocio clave de la marca. La historia de Recaro, aunque con otro nombre, se remonta a mucho antes. Tiene casi 120 años… y fue clave en el nacimiento de dos grandes marcas: Volkswagen y Porsche.

Y sus inicios no fueron haciendo asientos, sino fabricando los primeros Porsche. Los prototipos de Volkswagen para el Wanderer y los primeros 500 Porsche de producción. Eso sí, Recaro entonces tenía otro nombre, Reutter y era un reputado carrocero. Incluso los primeros 911 salieron de sus instalaciones.

Recaro está en estos momentos en situación de quiebra. Nadie en el sector duda de que será reflotada. Perder una marca de tal prestigio de la marca es algo el mundo del automóvil no quiere ni debería permitirse.

Hay una ligazón entre Ferdinand Porsche y Recaro. Porsche comenzó su andadura –en lo que a movilidad se refiere– en Lohner, un fabricante austríaco de carrozas y carruajes, que electrificó ante el inicio de la demanda de ‘coches sin caballos’, hasta el punto de Lohner comenzó asimismo a fabricar automóviles. Y Reutter, nacida en Stuttgart en 1906, nació como fabricante de carruajes tirados por caballos… aunque pronto pasó a fabricar carrocerías para automóviles.

Sabían el uno del otro, claro. Pero no sólo porque se iniciaron con carruajes, sino porque Reuetter hizo carrocerías para Daimer, Benz, Mercedes, Wanderer, Opel, BMW, Horch. Y Ferdinand Porsche trabajó para algunas de ellas.

Como carrocero trabajó mucho con el aluminio como material de carrocerías, pero también busco innovar, diseñando un techo plegable o retráctil.

Ferdinand Porsche estableció su oficina de ingeniería en Zuffenhausen, a las afueras de Stuttgart. Y en 1938, Reutter abrió sus nuevas instalaciones en Zuffenhausen. Si en el pasado ambos habían colaborado por cuenta de terceros, la colaboración ahora fue más estrecha, de amistad incluso.

Porsche tenía una gran oficina técnica, pero carecía de los elementos para fabricar los prototipos de los modelos que ofrecería a marcas clientes y mucho menos de fabricar modelos en serie. Y ahí entro Reutter.

Porsche estaba diseñando el ‘coche del pueblo, el Volkswagen. Fue Hitler quién lo exigió y acabaría siendo marca independiente. Reutter fabricó los 40 prototipos, incluidos el modelo que fue presentado en el Salón de Berlín de 1938.

Llegó la Segunda Guerra Mundial y Volkswagen ya funcionaba como marca independiente. La fábrica fue salvada, el modelo también, por los británicos y dio lugar a uno de los automóviles de mayor éxito y producción de la historia. Lanzado tras la guerra, fue producido hasta 2003, cuando en Brasil cesó la producción. Hubo más de 22 millones de unidades, en total.

Con Ferdinand Porsche detenido en Francia, su hijo Ferry decidió poner en marcha la fabricación de coches deportivos, del primer Porsche, sobre elementos mecánicos Volkswagen.

En 1949 se dirigió a Reutter para encargar la producción de 500 carrocerías para ensamblarlas en los chasis del Beetle. No sólo eso, debía dotarlos de calefacción, el sistema eléctrico, los revestimientos… ¡y los asientos! El primer Porsche salió de fábrica el 4 de abril de 1950.

El encargo fue de 500 unidades, que parecía una cifra ambiciosa y cada una de ellas llevaba el emblema del jinete, distintivo de Reutter Karosserie.

Porsche seguía sin tener fábrica propia. Nada menos que 78.000 modelos del 356 salieron de las instalaciones de Reutter hasta que recibió el encargo de hacer los prototipos de su  sucesor, que debía cambiar de nombre por imposición de Peugeot, que tenía registrados los números de 3 cifras con un 0 en el centro. Fue el 911, que sigue vigente y es el deportivo más longevo del mercado.

Reutter no llegó a producir el 911. Porsche compró sus instalaciones y se quedó con los empleados y Reutter se quedó con 250 trabajadores que empezaron a fabricar los asientos Recaro, cuyo nombre rendía un tributo a su origen: ‘Re’ por ‘Reutter’ y ‘Caro’ por ‘Carrocería’.

Atrás quedaron muchos modelos construidos para otros fabricantes y un buen número de patentes: ventanillas con manivela, techos retráctiles... También diversos prototipos para muchas marcas y cortas series para otras.