Propietarios de Corvette demandan a Chevrolet por el comportamiento de sus coches

Y no, no se debe al legendario dicho de que los coches yanquis están hechos para ir en línea recta, pero en la primera curva entran en pánico. Esta vez se debe a que los modelos de Corvette de 2015 a 2017 tienen un fallo recurrente que provoca un mal comportamiento del coche.

En este caso, el coche no cumple con lo que General Motors promete en cuanto a efectividad y rendimiento, ya que a los 15 minutos de estar en un circuito cerrado, el sistema de refrigeración sufre un fallo que obliga al coche a entrar en modo de seguridad, de modo que pierde notablemente sus prestaciones, y que podría afectar a unas 30.000 unidades del modelo.

Tener un coche con un motor V8 sobrealimentado de 7.0 litros y 650 caballos, como el Z06, y no poder hacer uso de ellos salvo durante quince breves minutos, debe de ser muy frustrante. Así que la Corte del Distrito de Florida ha recibido una multitud de demandas contra General Motors por mal rendimiento del coche, y no responder a lo ofertado.

Peor todavía, el modo de seguridad entra en acción de improviso, lo que crea una situación de riesgo por la súbita bajada de potencia, y en consecuencia de velocidad. Unido a eso, de no entrar en ese modo de seguridad, las elevadas e incontroladas temperaturas que el sistema de refrigeración es incapaz de disipar, suponen el riesgo de que se produzcan deformaciones en el motor y daños irreversibles.

Así que la síntesis de la reclamación es clara: "GM sedujo a los entusiastas de los deportes del motor con promesas sobre potencia y velocidad que no han podido mantener. creemos que lo que han vendido está muy lejos de lo que prometieron. este defecto no sólo daña el motor de los Z06, también pone en peligro a sus conductores". Los demandantes acusan a General Motors de violación de las normas estatales y federales, incumplimiento de garantías, enriquecimiento injusto y ocultación fraudulenta, además de la petición de compensación para cada uno de los propietarios, incluyendo el valor del coche, que no es ni más ni menos que de 120.000 dólares.

Malas noticias para General Motors. A ver cómo resuelve este entuerto.