Porsche, aspirante real al trono

Los de Weissach llegan en un estado de forma pletórico, con un inicio de temporada prometedor e ilusionante pese a la falta de victorias. En 2014 debutaron con un bólido veloz aunque necesitado de múltiples ajustes para medirse con los mejores, pero hicieron los deberes y su rendimiento explotó en la recta final del calendario con el triunfo en las 6 horas de Sao Paulo. Ahora llega el momento de asaltar Le Mans.

Los alemanes afrontan su segunda temporada con confianza. Han desbancado a Toyota y se han consolidado como la segunda fuerza del momento. Están más cerca que lejos de Audi, pero existe un aspecto que deberán dominar para arrebatarle el triunfo al Dr Wolfgang Ullrich: la gestión de los neumáticos. Deberán ser capaces de exprimirles todo el rendimiento y poder doblar stints sin acusar la degradación que en 2014 les impidió luchar de tú a tú con sus rivales en el juego estratégico.

El 919 Hybrid mantiene el V4 Turbo de dos litros del último Mundial, pero su potencial híbrido ha aumentado de 6 a 8 Megajulios. Su gran mérito ha sido conseguir que este aumento de potencia no haya repercutido negativamente en el peso del coche, que de hecho se ha reducido hasta los 870 kilos. Esto ha sido posible gracias a un concienzudo y profundo rediseño del chasis (monocasco, estructuras de impacto, suspensiones) con una única meta en mente: adelgazar. El año pasado el peso del bólido estaba 30 kilos por encima del mínimo marcado por el Reglamento, ahora está justo en el límite. La aerodinámica también ha sido revisada.

Con todo, en pista el comportamiento del 919 es opuesto al del R18: Porsche destaca por su imponente velocidad punta, pero sufre en las secciones reviradas, donde Audi recupera terreno gracias a su eficiencia aerodinámica. Pero quizá la gran debilidad de la marca de Weissach no reside sobre el asfalto, sino en la juventud de su estructura, que no goza del rodaje que caracteriza a sus rivales de Ingolstadt, acostumbrados a triunfar en Le Mans de forma casi ininterrumpida desde el año 2000.

Estadísticas al margen, lo cierto es que Porsche llega a Francia con 25.000 kilómetros completados en cuatro tests de pretemporada repartidos entre Baréin, Abu Dabi, Motorland Aragón y Paul Ricard. En ellos, los pilotos de la firma confirmaron lo que se vería más tarde en Silverstone y Spa-Francorchamps: que el coche es más fuerte que nunca. "Hemos solventado muchos problemas. El prototipo ha mejorado, ese era nuestro objetivo", explicaba Mark Webber.

Porsche volverá a triunfar en Le Mans. Si no es ahora, será en el futuro. Tiempo al tiempo.