El Papa cambia el papamóvil por un Skoda Spaceback

Miles de personas abarrotaron las calles de Dublín el pasado fin de semana debido a la visita del Papa Francisco, algo que no es de extrañar ya que se trata de la primera visita de un sumo pontífice a la ciudad irlandesa desde hace casi cuatro décadas. Y todo en unos días bastante convulsos para éste, pero eso es harina de otro costal.

Organizar una visita de este calibre es un engorro importante para la ciudad que sea debido a la gran cantidad de detalles a tener en cuenta. Entre ellos, por supuesto, encontramos los desplazamientos que tenga que hacer el Papa. Los más rutilantes se completan en el famoso papamóvil, pero hay más. Y en este caso ha sido la marca Skoda la que ha tenido el placer de encargarse de ello.

Durante la visita del Papa Francisco a Dublín, la marca checa ha dispuesto tres unidades del Skoda Rapid Spaceback –simplemente Spaceback en nuestro mercado– convenientemente preparadas y adaptadas para cumplir con todas las especificaciones exigidas desde el Vaticano. Aunque parezca lo contrario éstas tampoco lucían una transformación del otro mundo. Los coches tenían que contar con una carrocería de color azul marino, tener las ventanas delanteras totalmente transparentes y las traseras tintadas para asegurar la intimidad de los ocupantes de esta zona. Por último, en el frontal era obligatorio instalar un pequeño poste cromado para que la bandera del Vaticano fuese bien visible.

Los tres Skoda Rapid Spaceback que participaron en la visita del pontífice a Irlanda incorporaban además unas matrículas especiales. Una de ellas, de hecho, conmemoraba la anterior visita papal al país, que fue la de Juan Pablo II allá por 1979. Los vehículos checos cumplieron a la perfección con su cometido. Transportaron al papa Francisco a todos los lugares que su programa requería, como las reuniones con los gobernantes de turno, las visitas a los pobres e incluso un concierto con la participación de Andrea Bocelli. Pero lo mejor de todo es el final de los tres vehículos, que tras completar su trabajo han sido donados para obras de caridad.

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