Panda Raid 2017: asistimos al inicio de la aventura

Un año más, y ya van nueve, uno de los rallies solidarios españoles más conocidos y que va camino de convertirse en clásico, encendía sus motores de forma oficial desde la capital, con una amplia representación de los 300 participantes de esta edición. Ambiente festivo y mucha ilusión después de un año esperando.

Y es que, según nos contaba alguno de los participantes en la Panda Raid 2017, esta prueba engancha. Más de la mitad ya había corrido en anteriores ediciones y se presentaba este año con mayores aspiraciones y muchas lecciones aprendidas en el desierto marroquí.

Este año, la organización tenía preparado un recorrido de 3.000 kilómetros repartido en 7 etapas por los caminos y dunas de Marruecos, atravesando parajes únicos en zonas como Merzouga, Tafraute o Marrakech. Toda una aventura en la que la pericia del piloto y la habilidad del copiloto en navegación con brújula y roadbook son claves para la victoria. No es un rally de velocidad sino de regularidad, donde los más rápidos no siempre ganan.

Durante la jornada inaugural pude comprobar la grandes diferencias de preparación de vehículos, todos ellos, recordemos, realizados sobre la misma base del Fiat/Seat Panda o Marbella. Desde lo más básico hasta lo más prestacional, todos juntos y revueltos se encontraban en la explanada del Parque del Oeste de Madrid, esperando impacientes la salida.

Algunos con miles de euros encima y unas decoraciones propias de equipos oficiales y otros con pintura original con 30 años a sus espaldas e interior casi de serie, en la Panda Raid existen varias modificaciones básicas para terminar la prueba con garantías:

• Cubrecárter: fundamental para no romper los bajos del motor en la primera piedra. Se instala una plancha de acero de forma artesanal anclada al chasis.
• Suspensión elevada y reforzada: los amortiguadores delantero y ballestas traseras reciben modificaciones para incrementar la altura libre y mejorar el comportamiento fuera de carretera.

• Interior aligerado y adaptado: los paneles de instrumentación con fusibles, interruptores y cargadores adicionales son otro de los básicos para controlar el funcionamiento del vehículo durante la prueba. Unos asientos más cómodos y de mayor agarren también son recomendables. Vi varios con arcos antivuelco trasero.

• Capacidad de carga y herramientas: la mayoría recurren a bacas sobre el techo en las que cargan los neumáticos de tierra, palas y planchas para superar las dunas.
• Neumáticos: específicos para offroad y con grandes tacos para superar cualquier tipo de terreno. La llanta debe ser de 13 pulgadas por reglamento.

• Motor y toma de aire elevada: uno de los pilares fundamentales es un propulsor bien mantenido. El embrague y el sistema de refirgeración sufren durante la prueba. La mayoría también montaba snorkel, que eleva la toma de aire de la admisión para poder superar grandes charcos y ríos sin inundar el motor. También ayuda a que el motor "trague" menos arena durante el rally.

No menos sorprendente fue la presencia de más de una veintena de equipos de otros países como Francia, Portugal, Reino Unido, Escocia o Italia. Mención especial a estos últimos por número y decibelios. No menos interesantes sus vehículos, con apoyo de Fiat Italia y accesorios específicos del mercado italiano como una prologación del portón trasero realizado en fibra de vidrio que aumentaba la capacidad para el equipaje y repuestos. También estaban por allí Mario y Luigi, que cambiaron el Mario Kart por un Fiat Marbella inglés decorado para la ocasión.

Entre vítores y confeti, a las doce y media de la mañana arrancaba la Panda Raid 2017, la edición más numerosa de la historia de este rally nacido en nuestro país y que va camino de convertirse en uno de los más populares de este tipo, con permiso del Mongol Rally. Si quieres seguir en directo la Panda Raid o conocer en detalle los costes de participación, puedes visitar su página web oficial.