Los nueve puntos críticos del coche que revisar en invierno

Revisar el estado general del coche es algo que debe hacerse de forma periódica, sobre todo en invierno. El frío es un mal aliado para la mecánica que nos puede dar un disgusto pero, ¿cuáles son las partes más proclives a dar problemas en esta época del año? Las siguientes:

1. NEUMÁTICOS

El frío y las malas condiciones climáticas hacen que los neumáticos se agarren menos al asfalto. Lo ideal es tener instalados unos neumáticos de invierno, que tan eficaces son en esta época. Tanto si los utilizas como si no es de vital importancia tener una profundidad de dibujo mayor que la mínima exigida, de 1,6 milímetros, porque sólo así viajeremos de forma segura.

2. SUSPENSIÓN Y FRENOS

El sistema de suspensión tiene que funcionar perfectamente para asegurar la estabilidad del vehículo. Los amortiguadores han de revisarse cada 30.000 kilómetros, aunque hay evidencias de desgaste que nosotros mismos podemos detectar. Si al pasar un badén el coche rebota más de dos veces, mala señal. En cuanto al sistema de frenado hay que revisar las pastillas, que tienen que medir un mínimo de dos milímetros de grosor, los discos de freno cada 75.000 kilómetros y hay que cambiar el líquido cuando éste cumpla entre 40.000 y 60.000 kilómetros. Cualquier deterioro en estos sistemas hará que las distancias de frenado aumenten, lo que se traduce en mayores opciones de accidente.

3. CLIMATIZACIÓN

Además de un elemento de confort, el climatizador puede considerarse como un dispositivo de seguridad. Conducir con la temperatura adecuada en el habitáculo hará que estemos más centrados en la carretera. Además podremos utilizarlo para desempañar los cristales, algo que en esta época del año nos puede restar prácticamente toda la visibilidad.

4. LIMPIAPARABRISAS

Lluvia, nieve, niebla... Son muchas las inclemencias meteorológicas que demandarán el uso del limpiaparabrisas en invierno. Hay que tener las escobillas en buen estado para que el remedio no se convierta en algo peor que la enfermedad. Tampoco está de más usar un líquido lavalunas para evitar que se congele el cristal, llevar un rascador por si acaso y comprobar el líquido del depósito el sistema de limpieza.

5. LUNETA TÉRMICA

La luneta térmica también puede llegar a dar problemas, aunque no es lo habitual. Una revisión del coche en invierno tiene que incluir este dispositivo, fundamental para aclarar nuestra visión trasera.

6. ANTICONGELANTE

El refrigerante del motor debe tener capacidad anticongelante. Si utilizamos sólo agua una simple helada puede hacer que el motor reviente por la dilatación de ésta. La caducidad del líquido anticongelante es de entre dos y cuatro años.

7. SISTEMA DE ALUMBRADO

En invierno tenemos menos horas de luz y peores condiciones, con lo que tener un alumbrado en buenas condiciones resulta fundamental. Debemos revisar tanto el sistema convencional como el antiniebla. Además es imprescindible que cada uno regule la altura de las luces a su gusto para lograr la mejor visibilidad.

8. ACEITES Y FILTROS

Tanto el nivel como el estado del aceite son fundamentales para preservar el motor de cualquier tipo de avería. El cambio del mismo se realiza como mucho a los 30.000 kilómetros o cada dos años. Hay que hacer caso a lo que diga cada fabricante en este caso y utilizar el tipo de aceite que nos digan, independientemente de la marca. En cuanto al filtro de partículas también suele cambiarse cada dos años, mientras que el de combustible puede demandar una sustitución tras pasar un año.

9. BATERÍA

La batería es la principal responsable de arrancar el motor, y una de las más afectadas por el frío ya que puede hacer que se descargue. Su vida suele ser de entre tres y cinco años. El problema es que no suelen avisar, y cuando fallan lo hacen del todo. Eso sí, los talleres suelen tener analizadores que nos indican cómo está nuestra batería, algo que deberíamos comprobar si ésta ha pasado ya su tercer año de uso.