Nissan IDS Concept: ¡La movilidad del mañana!

El IDS Concept tiene un diseño rompedor en fibra de carbono, diferenciado del resto de productos de Nissan por su peso ligero y su cuidada aerodinámica. Esa fue la premisa que se utilizó con el Leaf y en este caso parece que el rumbo tomado es el mismo. De esta forma muestra una nueva parrilla minimalista, ópticas de formas alargadas paralelas al capó, un parabrisas de gran tamaño que se extiende hasta un techo solar y una zaga con formas musculadas.

Sin embargo, el aspecto más destacado es la iluminación exterior. En tonos azules, todo está OK y no hay ningún tipo de peligro para el propio vehículo o los elementos que le rodean. Si las luces LED que surcan todo el coche están en tonos blancos, el vehículo avisa al medio que es consciente de los peligros. Esta tecnología derivada de la conducción autónoma incluso presenta un panel en el frontal del coche que es capaz de proyectar mensajes a los peatones o al resto de los conductores.

La mecánica de esta Nissan IDS Concept es eléctrica, como no peude ser de otra manera. De hecho, estaríamos hablando de la nueva generación de motores eléctricos de la marca que llegará en los próximos años a sus modelos. En definitiva, hablamos de motores más eficientes y baterías mejoradas. De hecho, este prototipo cuenta con baterías con capacidad de 60 kilowatios/hora, es decir, el doble de capacidad que las baterías que monta actualmente el nuevo Nissan Leaf.

De nuevo la conducción autónoma es la gran promesa de Nissan. Como ya os hemos comentado, este vehículo está pensado para prescindir del conductor y no sólo eso, para aprender a su vez del estilo de conducción del usuario cuando el vehículo esté siendo usado manualmente. El objetivo es una tecnología autónoma precisa y eficiente en 2020 que no pase sólo por llevarnos del punto A al B sin necesidad de conducir.

Para complementar este conjunto tecnológico de primer nivel, el Nissan IDS Concept cuenta con un interior a la altura. Minimalista y con la madera como protagonista, el hueco dejado por el volante casi propio de un avión futurista puede ser ocupado por una interfaz táctil que atiende a los gestos y los comandos de voz del conductor. Incluso el salpicadero puede ser una pantalla inmensa para ver la ruta, la agenda o los diversos sistemas de infoentretenimiento, toda vez que su diseño es limpio de instrumentación.