Miguel Molina, uno de los elegidos por Ferrari para pilotar su LMH

Molina ha estado ligado a Ferrari en el WEC desde 2017 como piloto oficial de AF Corse en la disciplina de LMGTE Pro. El gerundense ha ido de menos a más durante su paso por el Mundial de Resistencia y en su sexto año logró su mejor resultado general con un tercer lugar y una victoria en la última carrera de 2022, las 8 Horas de Baréin.

Su progreso y evolución como piloto le ha permitido ganarse una oportunidad de primer nivel, pues en 2023 será piloto Hypercar de Ferrari. Molina ha sido uno de los seis elegidos para representar a la Scuderia en su regreso a la clase reina del WEC. Sin duda, es un momento muy especial para él y ahora, no hay razón para no soñar con el título ni tampoco con la victoria en el centenario de las 24 Horas de Le Mans.

"Estoy emocionado por tener esta oportunidad y quiero darle las gracias a Ferrari por creer en mí. Correr en la clase reina del WEC es uno de los logros más significativos en mi carrera y es un placer representar a una marca como Ferrari en un año tan importante. No hay palabras para describir cómo me siento, es un sueño que he perseguido desde hace mucho tiempo", ha comentado Molina en un comunicado oficial.

A su lado, en el Hypercar número 50, el primero de los dos de Ferrari, estarán Fuoco y Nielsen. El español y el italiano se conocen bien por haber sido compañeros en este último año en LMGTE Pro junto a Davide Rigon. Además, la de 2022 fue la mejor temporada de Miguel en esta disciplina, con una victoria y cinco podios.

En el otro Hypercar, la cara más conocida es la de Antonio Giovinazzi, quien tendrá plaza fija en el WEC tras un 2022 como reserva en Fórmula 1 y piloto oficial en Fórmula E. El italiano estará en el coche número 51 con otros dos pilotos de fábrica de la Scuderia como James Calado y Alessandro Pier Guidi.